No sé que mas escribir. Entre la Tierra y el Cielo hay un espacio inmenso repleto de vida. Yo... subo al desván y miro por la ventana redonda, veo el cielo estrellado dibujando un frenesí de sentimientos entre estrella y estrella. Y paso un unicornio fugaz y metí mis manos al bolsillo y pedí un deseo. "Que te quiero" susurro y no responde ni el silencio. “Que te quiero” grito y las aves alzan el vuelo y yo me reflejo en el espejo colocado descuidadamente en una esquina del desván.
Las estrellas me guiñan y la luna me cela por sus gestos atrevidos. Yo le digo que tranquila que aunque ellas me cortejan solo quiero estar contigo. Encuentro una hoja en blanco y un viejo lápiz olvidado encima de la mesa rota que adornaba la sala de mi abuela. Recuerdo cuando jugaba a escondidas y mi escondite era esta mesa, tan pequeña para unos, pero tan erguida e inmensa, orgullosa, era mi fortaleza, mi castillo, mi vereda. Ahora yace aquí empolvada y funesta, pero recordé y me establecí en la niña de mi infancia y me escondí, con mi papel en blanco y mi lápiz olvidado. Me escondí de mi interior y me encontraron los sentimientos y me tendieron la mano pero yo no quise salir. Más bien llore hasta que las lágrimas los ahogaban. Hasta que me dejaron tranquila. Escuché la luna reír -encolericé- la mesa se rompió en mi cabeza mientras me levantaba. Con mi viejo lápiz y mi papel en blanco fui a la ventana redonda y grite llena de ira. “Ahora las cortejare, tus estrellas serán mías.” Se opaco, hubo silencio, hubo oscuridad, hubo penumbra, hubo dolor, hubo llanto, hubo rencor.
Me avergüenzo de mi misma, aprieto mis manos sobre mi boca, caigo sobre mis rodillas. ¡Es mentira! Loa luceros no son míos, la ventana no es mía, el desván no es mio, la mesa no es mía. El viejo lápiz y el papel en blanco… Los miro en mis manos sujetos, los aprieto contra mi pecho, los fundo con el latir de mi corazón. Me presento frente a mi interior y mis sentimientos me abrazan y me caso. Hago un pacto con ellos, la luna es mi juez, ella brillo, sus coquetas fueron testigos. Mi firma quedo plasmada con la tinta del viejo lápiz en la hoja de papel en blanco y con este verso que cito:
Luna de mi corazón plateada, Perdón por cortejar tu estrella
Perdón por querer arrebatar de su cuna a las coquetas
Por llamarte cruel y descarada. Luna de mi corazón plateada
Ya que he llegado hasta aquí. Quisiera poderte decir
Mi mas profundo pesar. No me podía encontrar
Hasta que te conocí. Y por mi misma entendí
Cuan errada puedo estar. Espero me puedas perdonar
Mi rabia no es por ti, es por mí.
Michelle Ferreira
Hay que vida la mía, todo esto ocurrió mientras brillo tu sonrisa y me hiciste el amor….
… NO SE MAS QUE ESCRIBIR…
- Autor: SWEET%PEKEA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de noviembre de 2012 a las 23:18
- Comentario del autor sobre el poema: solo salio... Asi...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 85
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