Una muchacha está sentada en una pequeña plaza. Escribe en su cuaderno con bolígrafo rojo. Un grupo de niños juega a su alrededor. Parecen no notarla. Ella los mira de a ratos. El buzón amarillo, inmenso, se encuentra en el centro del lugar. El sí pasa inadvertido frente a la mirada de tantos. O frente a la ceguera de muchos. Demasiados. Un viento minúsculo mece las ramas más frágiles de los árboles. La arena vuela arrojada por esas manos pequeñas y pícaras. Los niños ríen. La muchacha llora.
- Autor: guillulenga ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2012 a las 09:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Bella y genial prosa literaria amiga Guillulenga
Un placer leerte
Un fuerte abrazo
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias, de verdad.
Abrazo
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