Entre lo más nocturno de mi cuerpo,
en lo más felino de mi sangre, en lo terrible,
está concentrado el número del café,
con su teléfono blanco, y su sombrero gánster,
pidiendo agua en una esfera, sin saber,
nadie lo sabe, yo tampoco lo sé,
pero el número del café es dulce, como una roca.
Es sigiloso durante la oscuridad, conmigo,
más bien no es un número sino un insecto,
más bien, un soldado, o un aliado secreto.
Me acompaña el café caminando, resistiendo,
como un grueso paraguas entre murciélagos diminutos,
el café espera, con paciencia, desvaneciéndose,
aguardando mis manos mexicanas, mis ojos de sueño,
el café me conoce y es paciente,
yo tomo una taza en señal de amistad
y recojo al café de la batalla en la tierra
impongo mi bandera en lo oscuramente celeste,
mi bandera no se ve ni se percibe,
porque solo se levanta en el corazón del café
en lo amargo de mi vida terrenal,
en lo delicioso de mis días
que se parecen tanto a la mismísima lluvia.
- Autor: Eduardo T. Isleño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2012 a las 17:15
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 146
- Usuarios favoritos de este poema: Sara (Bar literario), DAMSYD
Comentarios2
por qué se parece a la lluvia???
ahh
tu poema
genial
Porque la lluvia es densa, y parece infinita; las cosas deliciosas de mis días son como la lluvia.
son infinitas???
y cómo logras que esas cosas lo sean???
Yo no lo logro, solo observo, escucho, siento.
n_n
entonces, eres muy susceptible
y observas todo
o qué es lo que más te suele llamar la atención???
Me gusta mucho la vida, porque uno no se explica cómo, porqué, para qué es la vida, y si te das cuenta, todo esta relacionado con ella, no sólo las plantas ni los animales que tambien tienen la misma vida que tienes tú y que tengo yo, viven con nosotros, las cosas están hechas de moléculas y átomos de elementos que están presentes en todas las cosas, así que compartimos la misma información química de la Tierra, por eso, no me gusta despreciar nada, no me gusta odiar a las personas, y no contemplar la belleza de lo que es observable, porque hasta cierto punto, tambien estoy en todas las cosas, y las cosas en mí.
ohhh
me gusta lo que dices...y cómo lo plasmas
XD
see
saludos!!!
ay el café ! forma parte de mi ADN también.
Si, es, envolvente. 🙂
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.