La última estocada. (Mi divorcio).

Black Lyon

Deja que el mar brote por mis ojos lágrima por lágrima, perniciosas y cuantiosas de aquel amor frustrado.


Caí a tus pies como si fueses una diosa. Me humillé suplicando con las manos en mi rostro acongojado, por unas simples migajas de amor.


Como roedor, me escurría entre tus piernas. Abrazándolas, como si fueses un Cristo y yo estuviera en espera de un fortuito milagro.


No pude verte a los ojos, por que toda mi dignidad la deseché por las llagas de mi sangrante y estrujado corazón.


Inundé la habitación con lágrimas, que se mezclaron con las tuyas. Sofocando la felicidad, estrangulándola hasta que el último respiro estertor se transforme en un estruendoso silencio.


Supliqué de rodillas, aún así te marchaste. Dejando mi cuerpo agonizante, entre laberintos sin salida. Encadenado, atado a soportar tu mundo como el titán Atlas.


¡No puedo con este dolor! Con el suplicio que marcaste mi alma. Despojándola al infierno en vida. En ironías, mares de ansiedad y el lúgubre silencio que martillea la reminiscencia del amor.


¡No te vayas! ¡Te amo! ¡Por favor quédate! Te necesito, eres mi vida, el amor de mi vida y ¡te la estás llevando! ¡Te lo ruego, apiádate de mí!

...


Por último, busqué tus pies desnudos y en prueba máxima de mi desesperación, besé sutilmente aquella parte de tu cuerpo con la cual recorres tu dulce mundo. Reconociendo entonces, mi derrota. Entregándome por completo a tus alas resplandecientes. Inerme, asustado, esperando la última estocada de tu estratégico raciocinio.


Mi armadura yace fragmentada, mi corazón está expuesto. Me atreví por un instante a mirar sus ojos y finalmente, con redobles de guerra. Aquél derrotado ser, recibió el mandoble de la muerte, diréctamente al corazón, centímetro a centímetro de un beso gélido hasta llegar a la áspera empuñadura.


Vomité sangre, lloré negro. En aquella tragedia, preludio de la sinfonía a la locura, perdí paulatinamente la luz.


Mi cuerpo pesaba, mis ojos, se entrecerraban, vacilando entre realidad y fantasía.


Me quedé en la habitación, simplemente con los recuerdos. El dolor y mi ahora amada soledad. Cayendo en el vórtice obscuro, retrocediendo en el tiempo.


Donde reía contigo, es ahora mi último deseo antes de morir; Pedirte, que no lleves flores a una fría lápida, ahora, que el mundo se torna en contra tuya. Cada lágrima de remordimiento, llorarás lo mismo que yo. Y muy tarde, cegada por tu arrogancia, hasta este día, verás lo mucho que mi amor valía, la esperanza que te brindaba y la fortaleza de amor en la cuál te estribabas. No lo valoraste, lo perdiste, lo asesinaste.


Pero así es la vida de un romántico, lleno de tragedia. Errante, insatisfecho y siempre con amor mal pagado.


BL.

  • Autor: Black Lyon (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de diciembre de 2012 a las 20:24
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 80
  • Usuarios favoritos de este poema: Black Lyon, ZAHADY
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Comentarios +

Comentarios2

  • ZAHADY

    No se suicide por favor... Demasiado castigo fue leer tanto dolor y desesperación... Me tiene hecha un mar de lágrimas y ya no me alcanza la mesa para poner lo húmedos pañuelitos descartables.
    Cuando se me pase el dolor le diré que ese poeta que se puso en lugar del mísmisimo Satanás, tan Dios arrogante...no puede ser el mismo que escribió esta súplica...
    ¡Odio a esa señora por su dolor...!

    • Black Lyon

      No dejo de ser humano Zahady, y lo peor de todo, que esto sucedió ayer. Aún empleando mi psicología, mi enfermedad de ansiedad me corroe las venas. Pero es un grato placer y tranquilidad, leer sus palabras que apoyan mi dictamen. Pero es cierto, Black Lyon, se arrodilló y suplicó por el amor de su vida, besando los pies de su amada envuelto en llanto como un pequeño niño.

      BL.

      • ZAHADY

        Me clava una espina, al decirme que es cierto...
        Por lo demás mi estimado Black... si se tiene que arrodillar y llorar como chiquillo por quien ama... sea un bebé... sea un humilde niño... un hombre suplicante... No importa si es ante el amor de su vida...

        • Black Lyon

          Efectivamente, pero, Dios es tan grande, que mi promesa con él, era necesario ofrecerle lo que más amaba. Y así es, se llevo a mi esposa léjos de mí. Entre más grande es la prueba, más grande es la recompensa. Un fuerte saludo, gracias por entender. Un beso.

          Carpe Diem.

          BL.

          • ZAHADY

            Amigo... prometame que no me va a dejar...

          • Armando Solarte

            "Y SIEMPRE CON AMOR MAL PAGADO"... Sencillamente unico su poema amigo..unico. Saludos

            • Black Lyon

              Al menos eso creo yo que es la vida de un romántico. Gracias compañero.

              BL.



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