La gente no sabe...

loquilla

 

Hablaran
 que siempre
 te ame demasiado
 que corte la cuerda
 que te ataba
 a otras manos.

 

Que deje
 entre los pinos
 de tu descalzo
 campo
 infiernos
 que te cambie
 por cielos
 enamorados.

 

Escucharas
 que me volví loca
 que me quede
 en el manicomio
 de tu cuerpo,

 

dejando pasar
las horas,
donde
 nos sostenemos.

 

Que la incertidumbre
 del mundo
 te convirtió
en ausencia
 de una difusa sombra
 donde el querer
se presta.

 

Sentirás
 entre murmullos
que fui
una extraña poeta
 que tuvo
 entre sus brazos
 arrugadas penas,
pero te amo
 aun en la tristeza.

 

Pero ya
 no hagas caso
 de la gente,
no te lances
 al precipicio
 del olvido
 ni lances caricias
 al glaciar
 de un ayer tan frió.

 

Te quise tanto
 que tu nombre
 se quedo tatuado
 entre mis piernas
 fluyendo
 como río
 que no cesa,
rozandome
 la vida entera.

 

 

Ana@ocaña

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.