Rodando por la pendiente
Esos años compartidos
que en nuestras vidas no fueron
los mejores
con sus silencios sufridos
que de muerte nos hirieron
cual tumores,
esas idas y venidas
sin dar más explicaciones,
las mentiras,
me abrieron estas heridas.
Sin ofrecer soluciones
tú suspiras
por haber tenido tiempo
de encontrar una salida
ventajosa
y que no haya un contratiempo
que descubra tu mentira
ingeniosa.
Tu vida tan licenciosa
roza con lo libertino,
tu lujuria,
que te ha convertido en diosa,
es quien traza tu camino
de penuria
y como falsa moneda
pasas tú de mano en mano,
tras usarte
nadie contigo se queda,
ni se llega un buen cristiano
a salvarte.
Habiendo perdido el norte,
en la rueda del destino
dando vueltas,
sin que ya nada te importe
lo que piense tu vecino
ni lo aceptas.
Nunca superaste miedos
ni a la vida te enfrentaste,
tus mentiras
a ti te importan tres bledos
y de todos abusaste,
tú no miras
las puertas que se te cierran,
las amistades perdidas
por tu culpa
mientras otros te destierran
y sus miradas cohibidas
los disculpa.
Cada cual aquí recoge
solo lo que haya sembrado,
por supuesto,
a no ser que a otro despoje
no ha de encontrar un chiflado
que esté presto
a ayudar a quien le ofenda
o de continuo le mienta
con descaro.
Así que de ti depende
rodar más por la pendiente
sin amparo
o volver a ser quien eras
sin seguir un desatino
sin salida,
elige lo que prefieras,
o busca amparo divino
convencida.
© Eduardo González Cuartango
11/12/2012 12:27:00
- Autor: Eduardo González Cuartango ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2012 a las 14:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: claudia07
Comentarios2
Sentidas letras, amigo. Un enorme gusto leer.
Saludos fraternos.
¡Gracias, amigo Carlos!
Un abrazo.
muy tristes letras pero llegan al alma . un placer leerte . abrazos
Gracias, Claudia, por tu visita y comentario.
Un abrazo.
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