Ella y El caminaban por caminos bifurcados sin saberlo.
Ella, caminaba con pasos apurados, devorando el camino,
como si la vida pretendiera aprisionar sus pasos y retenerla.
El, medía los suyos, con pisadas circunspectas y medidas
cuidando siempre de apoyar sus pies exactamente en el mismo lugar para no equivocarse.
Un día, Ellos, tan únicos, tan especiales, coincidieron
en un cruce de caminos y se miraron para reconocerse.
Descubrieron que habían estado buscándose y que se habían encontrado a pesar de la disparidad de sus pasos
y qué, oh coincidencia, llevaban el mismo destino de viaje.
Ella tenía hambre y El tenía sed, así que se sentaron bajo la sombra de un árbol y abriendo sus alforjas compartieron lo que cada uno tenía.
El sació primero su sed y luego descubrió que el agua no estaba del todo clara.
Ella, partió el pan que El le ofreció, lo comió con ansias y sacudió las migajas de su regazo para que se alimentaran los pájaros que los habían seguido.
El, conservando un poco el disgusto por el agua que consideró inadecuada, tomó su hatillo y emprendió el camino con su andar tan cauto, tan medido.
Ella, se encogió de hombros, guardó el agua en su alforja
y retomó su andar de pasos presurosos, devoradores de caminos.
Pensó que El, pronto volvería a tener sed y que sería muy bueno que Ella le saliera al encuentro en otro cruce del
camino.
Verónica.
- Autor: Veronica. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2012 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: Los que tienen que reencontrarse, siempre se reencuentran. Buen día para todos y gracias por leer.
- Categoría: Sin clasificar
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Comentarios12
Preciosas letras -en esos caminos del destino para encontrarse- ese compartir de humanos es, cuando se lleva en el alma. Ha sido un encanto leer sus letras, compañera. Muy buen inicio... en sus letras.
Bienvenida...!!!
Cálido abrazo de amistad... desde Venezuela.
Gracias compañero por su simpático y sensible comentario.
También por la bienvenida.
Un abrazo a usted desde el Prado de Montevideo.
Excelente inicio y manera de decir lo que todos intuyen, pero pocos tocan con sus palabras, como tú. Saludos!
Muy apreciado tu comentario.
Gracias y saludos.
MUY INTERESANTE TU RELATO VERÓNICA,UN GUSTO LEERTE,SALUDOS CORDIALES.
Gracias, Miriam , aprecio que te haya gustado.
Un placer recibirte, muchos saludos uruguayos.
Muy linda tu narración , amiga !!un placer leerte
un abrazo
Muchas gracias, Pepita.
Un placer tenerte como amiga!
Gracias por comentar, un abrazo.
que bonito = )
Me hace feliz que te haya parecido bonito.
Gracias por comentar, un abrazo.
Me encanto.
Gracias.
A mí me encanta que a usted le haya encantado!
Saludos.
BIENVENIDA.....excelente inicio., poesía en prosa bella...SALUDOS.
Gracias por la bienvenida...por el comentario y por la opinión amable.
SALUDOS.
Ella tenía hambre y El tenía sed, así que se sentaron bajo la sombra de un árbol y abriendo sus alforjas compartieron lo que cada uno tenía.
Muy hermosa tu narrativa Verónica, en la vida hay un bello verbo que es "Coincidir".............me encantó la forma como lo llevaste.......Felicidades, un abrazo y deseo que tengas un excelente día lleno de bendiciones......
Muy interesante tu comentario,,,y muy acertado también. ¿acaso no esperamos de una manera u otra la Gran Coincidencia?...
Un abrazo para tí y mi agradecimiento por la presencia y la palabra.
Saludos y bendiciones.
¿Sabes? seguro que has oído hablar del Camino de Santiago, pues esta historia me ha recordado a cuando yo hice parte del camino. Verás, cada día se hace un tramo de entre 25 y 30km. Yo soy muy poco dado al misticismo e hice todo el recorrido como deporte. Andaba a paso muy ligero y de esta manera siempre llegaba con horas de antelación al sitio de destino para ese día. Al tratarse de una rutas preestablecidas y diarias, si empiezas un día "x" y te vas cruzando con gente (Al ir a ese paso prácticamente encontraba a todo el que ese día estuviese en el camino). Cada jornada me cruzaba con las mismas personas y a diario establecía con muchas de ellas alguna conversación. Al final del camino y de los días, al llegar a Santiago coincidí con muchísimas personas que había ido conociendo por el camino y con algunos establecí una amistad poderosa que ocho años después, todavía dura.
Es cierto que los caminos se cruzan tarde o temprano. Un saludo y perdón por la perorata.
Gracias, por la perorata:)!!. Es absolutamente encantador el detalle de Narrar la peregrinación del Camino de Santiago y en lo personal presiento que aunque no nos lleve a él una intención de predominio espiritual, todo el misticismo que lo rodea debe resultar en algún beneficio para el espíritu. Rescataste la amistad, la comunión, común-unión y un vínculo que tuvo el poder de permanencia.
Valioso y trascendente .
Muchas gracias por compartir conmigo tu experiencia, por tu presencia en mis escritos y la bienvenida que viene implícita.
Un saludo con afecto. Verónica.
es puro amor incondicional me gusto mucho
Es un placer recibir este comentario y tan bella interpretación que lo honra.
Si, realmente es puro amor incondicional, amigo.
Amor que cala hasta el hueso.
Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo.
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