REFLEXIONES DE UN POETA ALTRUISTA

Voy paseando de noche mirando a la luna
Y La Paz y el silencio cubren mi cuna,
De sueños sin dormir, de días con lluvia,
Añoro aquellos años, de mi infancia perdida
Por eso busco en la luna su sombra tibia 
Y también el mil soles, que iluminaron mi vida
Y ahora me encuentro pensando en la Biblia 
Lectura de cristianos a los que Jesús le dio su vida
Y los infames romanos, se rieron de la mejor reliquia
Dios nos regalo treinta y tres años a su hijo en la tierra
Y en aquellos tiempos se burlaron de él con codicia,
Yo soy cristiano pero también pecador de mi sierra
Montañas llenas de pinos, divina arboleda; 
Y la resignación es el mejor don que tiene la vía humana
Paso a paso, día a día, el cielo nos regala su belleza,
Manantiales entre ríos y mares y la sentida caricia,
He pasado madrugadas al amparo de la luz de la luna,
Escribiendo versos entre miles de poesías y su delicia
Sentirse libre mirando al cielo lleno de estrellas, 
Respirando la brisa del Rocío en noches a abril,
Llenado la nube de mi ternura y la García de algunas millas,
Que caminaba hasta mi sitio preferido los pabellones del lugarico 
Y allí con un amigo pintor otro músico y un amigo poeta
Llenemos madrugadas escuchando las cuerdas de una guitarra,
Con canciones de Adamo muy románticas empecé a sentir la poesía,
Que años más tarde, escribí como ahora llenando miles de líneas,
Este cuento real lleno de sensaciones libres y verídicas,
Me está llenando este momento de recuerdos entrañables,
De épocas que pasaron sin querer muy de prisa en mi vida,
No puedo remediar el nombrar a Dios en todas mis escrituras, 
Porque queramos o no, el siempre está ahí con su cordura
Y nos ayuda a caminar entre lunas y soles, entre noches y días,
Todos los tiempos son iguales escribió Camilo esto y es verdad,
El Progreso es un gigante que supera a la vida entre su vivencia,
Pero el sentir de nuestros corazones viven latiendo nuestra vida 
Y esa sensación real es lo más hermoso y la verdad de la Biblia,
Libro lleno de teología y Abviento, la luz de nuestra caricia,
Quisiera escribir más literatura, mis cortos estudios, son mi tranvía,
El que nace de mis adentros dibujando cuadros entre palabras vivas, 
Aunque siempre son muy dolidas y hoy no es el caso, en esta hora perdida
Donde me encuentro inspirado y con energía muy positiva,
Algo raro en mi y lo sabéis los que seguís mi escritura en poemas del Alma,
Un almacén divino lleno de comunicación a través de la escritura
Y término aquí como otros muchos días dándole las gracias al Señor,
Por regalarme otro día de vida, gracias mi Dios, gracias poesía.

Modesto Ruiz Martínez/martes, 11 de diciembre de 2012    Enviado desde mi iPad