Sin decir adios...

Llego a mi vida
Bajo una tormenta,
Sus alas rotas,
Su alma quebrada,
Sus suenos hechos trizas,
Reptiles y golpes,
Le ofreci un abrigo,
-sin cadenas en la solapa-
Un Refugio de amor,
-sin pactos ni condiciones
Y una amistad sincera,
Sin barreras ni horarios,
Se alimento de mi alma,
Y fue pegando UNO a UNO
Los pedazos de su vida,
Y una vez restaurada,
Reinicio su vuelo
-sin decir adios-
Y llevandose
Entre sus alas
Un retono de mi vida
Con sonrisa de angel,
Y mirada de amor...

Llegó a mi vida
sin pretensiones
la ilusión ida...
mal vividas pasiones
con desengaños
la mirada huraña
el alma enclaustrada
de tanto daño...
Le enseñé a confiar
de nuevo a reír
y a perdonar
la estancia sagrada abrí
ese mar en calma
de mi mirada
y fueron mis abrazos
medicina a su alma...
cansada y lacerada
y quedé atrapada
frágil y enamorada...
sin mediar palabra
con su adiós pérdida
sin razón ni medida...
(Carmen L. Feliciano- Solángel)

Toco a mi puerta
-suplicando amor-
Limosneando caricias
Y trocando entre lagrimas
El profundo duelo
De un amor
-que realmente nunca nacio-

Sin Decir adiós Se marcho
lamento su despedida
porque la tome por
desapercibida
y ahora vive de agonía
sin decir adiós se fue
su amor y esta
sin emocion

Sin decir Si ni no,
Ni por favor
Ni mucho menos
Gracias, se marcho
De mi vida
Con las manos llenas
De mis suenos rotos,
Con el alma abrigada
De mis ilusiones truncas,
Pero sobre todo,
Con un ángel gigantesco
Y tierno que fue engendrado
Por mi amor y parido
Por su rabia...