Si al suene de la música es en ella,
sus labios son instrumentos divinos,
pues en mi oír me fueron ofrecidos
como en la tierra la luz de la estrella.
Hoy en mí aquella belleza centella,
y la dulce cadencia de sus hilos
y sus gestos y su modales finos,
impregnaron en esta mi botella.
Pues mientras por admirar su cabello,
desde la tierra ella y yo desde el cielo,
habrá por siempre un único universo.
Mientras crear una curva en sus labios,
y oír fonemas que hacen hombres sabios,
habrá siempre en ella un misterio extraño.
sus labios son instrumentos divinos,
pues en mi oír me fueron ofrecidos
como en la tierra la luz de la estrella.
Hoy en mí aquella belleza centella,
y la dulce cadencia de sus hilos
y sus gestos y su modales finos,
impregnaron en esta mi botella.
Pues mientras por admirar su cabello,
desde la tierra ella y yo desde el cielo,
habrá por siempre un único universo.
Mientras crear una curva en sus labios,
y oír fonemas que hacen hombres sabios,
habrá siempre en ella un misterio extraño.
- Autor: El Poeta Moderno (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de diciembre de 2012 a las 15:49
- Comentario del autor sobre el poema: Buenas tardes queridos compañeros de Poesías del alma.Hoy le ofrezco un pedazo de mí con este poema. Podemos observar que son versos endecasílabos y que sigue la estructura de las estrofas de un soneto. Próximamente, si os pasáis por mi blog pondré la explicación de lo que he querido transmitir al lector. Mientras tanto si os queréis pasar aquí os lo dejo: http://poesiamoder.blogspot.com.es/
- Categoría: Amor
- Lecturas: 314
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO, elsi
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