No entiendo las razones del destino,
cruel jugador de casino,
que apuesta nuestro amor a los dados
y lo pierde, agua entre las manos.
No entiendo los motivos que el cielo tiene
cuando el capricho de su azar detiene.
No entiendo qué debo entender
si tú no estás, y yo lo sé.
No entiendo las torpes jugadas,
perdedoras sin el fulgor
de las cuatro letras marcadas
en el número amor.
- Autor: chateante ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2012 a las 17:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Jareth Cruz
Comentarios1
Sencillamente excelente
Muchas gracias. Un saludo.
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