yacía cabizbajo atado a un trozo de madero en la playa
acusado de un gran crimen,
el sol azotaba como látigo su delgada piel morena
y su gemido se escondia de el.
el sargento grito interrogando al cabo:
¿fue este el maldito culpable que abuso de nuestra confianza?
un si categórico se escucho en el viento orillando el mar.
luego el silencio se adueño de la playa
y el criminal escondió su vergüenza entre la arena húmeda.
era abril y el sargento celebraba su décimo octavo aniversario de boda.
una torta grande de fresas frescas adornadas de frutos silvestres era su regalo...
volvió a escucharse el lamento del suboficial
¡ justo ahora que estoy de guardia sucede esto!
su voz ronca enloquecía el aire de la guardia
como una pesadilla maldita de ira.
¡ justicia criolla! gritaba la marinería alzando sus machetes de asalto
callense malditos- gruño el sargento
¿estan seguro que este es el culpable?
ahora todos callaron y miraron hacia la playa
donde el bulto negro yacía amarrado al poste en la arena.
eufórico gritaron: ¡ si señor!
como judas acusaban al criminal de turno.
busquen al bastardo...quiero ver sus ojos
cuando mi látigo lo castigue,
la marinería grito ensordeciendo la guardia
al correr hacia la playa.
a la rastra y tirado por jarcias
lo presentaron pronto al comandante de guardia.
el marino lo miro con indisimulado odio.
este miraba de reojo a los pies del acusador principal.
se le notaban los huesos cuando respiraba...
¿el susto tal vez de morir ajusticiado?
cuando el sargento justo al decretar justicia criolla
apareció el cabo rojas gritando:
¡este es inocente!
todos callaron y miraron al recién llegado...
explique-se marino- suplico el gordo sargento.
LUZA confeso señor...el es el culpable.
LUZA esta confeso.
el viejo marino miro al detenido y ordeno:
SUELTENLO
los marinos comenzaron a desatarlo en profundo silencio
avergonzado por tan falsa acusación...
al estar libre el ex-acusado
estiro sus largas patas y lanzo un largo bostezo,
luego se sacudió para estirar sus músculos
miro con sus ojos negros tiernos al sargento y le lamió una mano.
luego salio moviendo la cola alegre junto a la marinería hacia donde tenían detenido a LUZA.
el perro negro " CHOLITO" esta de nuevo jugando en el patio principal.
mientras LUZA pela un saco de patatas en castigo por comerse la torta
del sargento PEREZ.
justo ahora que estaba de guardia...y de aniversario.
gruño el marino de nuevo.
- Autor: monsieurlazo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2012 a las 11:18
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Un hermoso y genial cuento poético amigo Monsieurlazo
Un placer leer tus versos
Saludos y amistad
Críspulo
gracias amigo mio por tus amistosas palabras. un abrazo desde CHILE.
bbbien entretenedor y curioso: un saludo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.