Sus mechones de cabello colgaban por su espalda,
callada y solitaria, callada y educada.
Sus ojos miraban al suelo no teniendo esperanza;
su enojo y su ira la llevan a una cárcel,
donde su mente tropieza seguidamente,
es como el veneno que destruye lentamente.
Si supiera donde se refugiará el día y la noche,
si tan sólo siguiera las pisadas escondidas en el bosque.
El rastro de tristeza y destrucción
no sabe manejar toda su razón y llora por seguir su emoción.
Ella corre, ella tropieza, ella se esconde porque la gente
dice que esta mal todo lo que hace;
pero quien puede decir lo que es correcto e incorrecto
quien puede limitar el aprendizaje del error
¡ es que acaso hay otra forma de aprender !.
Una persona estará llena de vida, pero aún en la vida
hay cosas muertas en ella, porque todo es un equilibrio,
asi como hay vacío en el universo como hay vida en el.
Porque aun en el día hay oscuridad, como en la noche hay lumbreras.
- Autor: Eimai ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2012 a las 03:06
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un genialmente hermoso poema amigo Emrys Merlin
Un placer leer tus versos
Saludos de amistad y afecto
Críspulo Cortés Cortés
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