Ya le oigo llegar callada calmada
Incrustado en mí pecho un dolor
Un canto sin voz ni melodía
Ni la fiereza de aquel hombre que ya perdió el valor
Ya le miro llorar abandonada a la esperanza
Son pedazos del alma que se caen
Con la luz oscura de esa mirada
Que mira mis ojos enfermos que nada ven
La esperanza acaba,
pues esa mirada que tanto esperaba
no me mira más,
frías sus palabras
fueron tantas veces,
pero yo por ellas siempre caminaba,
hoy ha regresado
trémula, espantada,
y su hermosa boca,
jamás se movio,
sus pasos sonaron
cual dulce canción,
pero al observar como era su entrada,
antes tan alegre, siempre canturreando,
y hoy, hoy solamente
le oigo llegar callada
como si la muerte
le hubiere atrapado,
¿qué es lo que sucede?
cierto algo ha muerto.
se murió el amor y
calló su voz.
- Autores: Francisco De Tescia (Seudónimo), Maradentro
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 1 de enero de 2013 a las 17:00
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: aday63
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