El dia que llegaste era invierno,
nos separaba el velo gélido de la mañana.
Algunas sonrisas, algunas miradas, un roce con la rodilla.
Era invierno y nuestras manos estaban frías,
mi mejilla anhelaba tu boca temblorosa
como quien espera un milagro.
Sentirte cerca, tan sólo un poco…
Respirar el aroma a recién bañado en tu piel,
el olor a jabón fresco de tu camisa blanca…
¡Cómo agradezco que te extraviaras en mis ojos!
o tu boca no me habría hallado en el camino.
¡Qué dulce amanecer es el primer beso!
¡qué doloroso era dejarnos en alguna esquina, en alguna puerta!
Te extrañaba desde el primer segundo a solas.
Usaba tu recuerdo como almohada,
me abrigaba con tus besos y esa mirada…
Te fuiste y dejaste la primavera en mi piel,
florecieron tus besos en mis besos.
Pero las flores viven por un corto tiempo.
Hay espinas donde crecía la vida,
las semillas no germinan con las lágrimas.
- Autor: corazonpoeta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2012 a las 00:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 161
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Antonio del Cefiro
Comentarios2
Bello genial y hermoso poema amigo Corazónpoeta
Relajante la lectura de tus versos
Saludos de afecto y amistad
Críspulo
Es como siempre un placer recibirlo en mi espacio amigo Críspulo. Gracias por los comentarios. Un abrazo.
genial, genial!! no tengo mas nada que decir!
Gracias Antonio y bienvenido a mi humilde espacio. Te agradezco mucho los comentarios y haber tomado algo de tiempo para comentarme.
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