1-
Traes toda la luz encendida del planeta
en tu pequeña mirada explosiva.
Tu cuerpo de rocío
en el oráculo de tus ojos me dice
que soy tu sueño entre los sueños y
que el amor nos crece con la distancia y
la lejanía se hace lastre de metal blanco.
Solo recuerda amada.
que nunca perdimos un resalto de auroras
sometidos a las gramas verdes y fecundas.
Que mis manos barrosas de único don
han hecho un atrasado reloj
en los nudos del tiempo.
Mientras de tu pecho ostentoso
bajó la harina en ácimo.
Del cereal molido y duplicado,
mi alma barda y terca
y mis dedos de amor fueron la braza del carbón.
¡ Ay amor ¡
Que desparramada huele toda tu naturaleza.
Rama y espiga, olivo, pan y masa
en los hornajes de las panaderías nuestras.
liberando impregnantes aromas de crecidos nutrientes.
como una loca lava que antes nos nunca existió
¡ Planta y trigo mío ¡
Dando la sagrada lección que el pan alimenta la boca
y la amapola de larva en beso nos nutre el alma.
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2-
PONZOÑA
Ese ondular sin vibración ni perspectiva
ya no te representa
cuando juegas con tu pañoleta
la falsa magia de tu hechicería y
te sacudes en un mar de muertas muñecas.
Divagas palabras de chusma obsoleta,
ardiente te muestra y tibia actúas
como balas inútiles sin metralleta.
La gélida máscara suelta fósforo enmohecido.
¡Ay mujer de vidrio!
Que oscuridad penetra tu pantalla
y que obesidad tenebrosa invade tu alma.
Te digo…
Soledad del trigo con arista puntiagudo,
que las cicatrices pasajeras con intento
recuperan su oxigeno en tanto tu piel
roza impuro incienso.
No aplaudo tu actuación enardecida
porque el humo se acumula en tu hiel,
cuelgo en cuadro tus recuerdos de negras nubes
con hilos precarios de tapera empobrecida.
Doblo tu mueca inventada de sonrisa
y te dejo un silencio de gusano
antes que exorcices la foto mía.
Cuando entras al imperio real de la mujer
rilas en tu canto de absurda gitana,
no hallas el cetro de tu poder
que entalla tu acción de ladrona.
Piromaniaca de escenarios
rol de ponzoña tu tablado de mañana.
Tras tu antro derrochas savia de acuarios,
la noche se te hace eterna
sin tu lengua de madrona.
Por mas primaveras que le sustraigas al año
el verano te hallara petrificada en sus peldaños.
Más dejo tu abrazo fingido junto al calvario
para no pudrir la sangre en las venas de mis manos.
Que las arterias no maculen la tierra,
en tu vista de espina
te dejo la memoria de mi espalda.
entre los cuatro vientos abrazadores
marchitas rosas sin esplendores, sepultadas
en tus arterias con lo negro de la brea.
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- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 20 de diciembre de 2012 a las 21:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 147
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Me acuerdo de "la mujer de vidrio" !!
Maravilloso mi maestro querido!!
Decile a Vero que postergué unas dos semanas la mateada.
Los quiero con el alma.
gracias Su. que memoria tenés con la mujer de vidrio. jaja pero esto es para otra. un beso y abrazo su. ricardo.
si, si, esta ponzoña no es de vidrio, jajaja. Es de plástico, moldeable según el recipiente de su hipocresía.
Un genialmente preciado y sensacional poema amigo Ricardo
Un placer leer tus letras
Felices fiestas de navidad
Saludos y amistad
muchas gracias Hombre de la Rosa. saludos y felices fiestas.ricardo
"cuando juegas con tu pañoleta
la falsa magia de tu hechicería y
te sacudes en un mar de muertas muñecas.
Divagas palabras de chusma obsoleta,
ardiente te muestra y tibia actúas
como balas inútiles sin metralleta.
La gélida máscara suelta fósforo enmohecido.
¡Ay mujer de vidrio!
Que oscuridad penetra tu pantalla
y que obesidad tenebrosa invade tu alma."
Vuelvo a comentarte porque me quedé pensando en que generalmente ocurre con l@s que tanto hacen hincapié sobre la hipocresía, digo, por aquello de "dime de qué alardeas y te diré de qué careces"
Muy bueno, más justo imposible.
Más besos
tenes mucha razón en eso. besos querida su. ricardo
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