Hay una apuñalada oscuridad
en medio de esta estrecha soledad,
que me desabriga.
Me ensordece este infinito silencio,
en medio de las sombras que
me acompañan,
y trastornado,
se eleva mi memoria,
buscando la llama de su faro,
para que ilumine de nuevo mis días.
Ya mi voz me nombra,
porque de remotos recuerdos,
se evangelizo mi vida
y la evocación me tortura,
día tras día.
Las blancas paredes de mi estancia,
ya no me nombran,
porque también perdieron su color.
entre las estoicas negruras,
que igualmente,
va descoloriendo mis infecundos días .
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2012 a las 14:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Bellas metaforas poeticas amigo Marco
Preciada la lectura de tus versos
Te deseo una feliz Navidad
Saludos y amistad
Críspulo
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