Cabalgando hacia lo incierto

Olivera Dayana

Cabalgando hacia lo incierto sobre el camino mojado

Condenada por el fuego que el tiempo no supo apagar

Sollozándole a la noche los más imposibles deseos

Que acaricie con mis manos, que perdí así sin más

Mutilada en el olvido que por idiota engendré

Amaneciendo dormida de tanto pensar en los dos

Tejiendo sobre el suelo un sendero  al ayer

Las curvas aumentan, aquí se siente el adiós

Que tonta es la esperanza cuando existen las dudas

Cuando no crees en lo que ves, cuando no sientes lo que tocas

Cuando el mundo agoniza, cuando te falta la locura

Cuando te veo y de pronto me ignoras

Tocan las campanas las violetas oscuras

Me aferro a ese estruendo que me impide morir

Fallecen mis ganas, que amarga tortura

Me olvido de ti no me acuerdo de mi

 Y amor no te escondas, no cambies la rambla

No blasfemes mi nombre, no manches mi honor

No inventes historias, no escupas patrañas

Respeta tus silencios, aplaude mi emoción

Que de ti concilio la inmensa belleza

De tus imperturbables ojos, de tu risa más larga

De esa voz que en el cielo resuena

De esa piel que en mis palmas se callan

 

Fue la lluvia, fue el calor, fue la nevada

Fue mi llanto, tu altivez, mi rencor

Fue aquel tiempo que perdimos en la hazaña

De luchar por quien ganaba, de olvidarnos del amor

No obstante aquí permaneces tatuado

Fechas, cartas, contiendas, leyendas

Que aunque ya no quiera se abrazaran a mis pasos

No me quejo, tal vez prefiero que así sea

Imploraba enloquecerte, cultivar el romance

Cubrirme de arena en tu orilla, dejarte jamás

Besarte la boca, hacerte cosquillas

Beberme tus palabras, bañarme en tu mar

Que fue mi culpa, no lo sé, te juro que no se

Me gustaría poder darte mil respuestas

Tú me amaste, yo te amé

Nadie gano las apuestas

Quisiera borrar todas las heridas

Sé que te hice daño, se ahora me odias

Quisiera devolverte la vida

Darte calor, hablar tu mismo idioma

Éramos tan diferente, dijiste eso no importa

Luchaste en contra de mis miedos, lograste vencer

Y ahora, que nos queda ahora

Sobran los motivos, lo escribiste en el papel

 

No obstante te quiero más y te odio menos

Que ilusa es la pasión, que estúpido es el tiempo

Debo seguir adelante, decir que no es el momento

Atravesar los engaños, buscarte en otro cuerpo

Un hombre como tú, nunca será igual lo presiento

Donde llegaste tú, ya no queda espacio abierto

Solo entras tú, corresponde a un sentimiento

Que solo provocas tu, cuando me dices lo siento

Tú qué me dices, por que no me hablas

Ese era el trato perdóname tú tienes razón

Será mejor que ahora me vaya

Lejos de ti, cerca de la destrucción

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Comentarios +

Comentarios2

  • El Hombre de la Rosa

    Bello y hermoso poema de amor amiga La Dama de mil tinieblas
    Gratificante la lectura de tus versos.
    Feliz Navidad
    Saludos y amistad

  • Jhoan Salazar

    Buen poema,,,,, Saludos.



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