Vista Previa... Sí el sol cayera; seríamos pedazos de estrellas...

Me he quedado mirando al sol apagarse...

Mirando él se quedo exhalando apagarse... la mirada escrita en la inalterable cápsula de un sonido callado, apagado en un pecho inválido,
(Y la vida escribe con la sal; pedazos de ejemplos exiliados en un a-mar; oceanificando los gajes de una mente ajena a la mía, mirando al mar desarmarse ante el sudor de la sangre, perfecta y cohibida por un sol avergonzado por ceder a la muerte sus páginas diarias) y hace falta paz para este cuerpo /temblando/ antes el sismo de un ismo prolongado en la garganta, al no eyacular sonido audible para los muertos que nadan entre tanta mancha de palabras olvidadas, entre todos esos libros cavando su tumba ante la hoguera de cenizas sin fuego que le aviente su muerte futura...

                    Y no me gusta agonizar mirando al mar agonizar
                     en una cápsula chispeante, mientras la noche ríe
                                entre la alborada de cristales fragmentados

                          y... siento que se quiebran los azules a lo lejos,
                                entre tanta inquietud por el tiempo relativo
 relativizando mi exaltación con los días que ya no son días
      sino esclavos ante el verdugo de fundamentos amorosos

              al contar el cielo plagado de linternas desahuciadas
                     siendo armónicamente evidencias de mi oprobio
                     al verme agonizar en una gota de esperanza hoy
                             y... mañana tristemente un segundo al vacío
     cayéndome dentro, tan al fondo, sin encontrar el abismo,

y mirando la escena reiterativa culminar en una rueda de ciclos
hasta que acabe la vida, y con ello la muerte, los versos y los poemas,
hasta que caigamos en la desesperación u inventamos nuevas formas de amar el a-mar sin desarmar sus océanos que invaden nuestras costillas náuticas; cuando más queramos ahogarnos en nuestras desolaciones al besarnos muerte en nuestra muerte invadida de vida... 

/Y no es que quiera respirar, llenando tus pulmones de mi arritmia, y tú, pausterizar tu aliento en mi músculo inequívoco a un latido solitario, sino que queremos degollar los cabellos alados del cielo, y terminar llenando una copa con nuestros pedazos, para así, quedar mirando al mar a través de una copa bebida por la vida, el tiempo y la realidad.../

El sol siempre me mira, yo le quito la mirada, pero él siempre mira calladamente... y... yo en una cápsula suelo mirar al sol envenenarse cambiando su traje, cuando ya se ahoga en el mar, se pone su traje de luto, y así me mira el sol...

(Me mira quitar la mirada, así me mira, ya siendo una huella inventada, siendo nada más que palabras, así me mira el sol; me mira dormirme cuando menos pienso que la muerte cierra de mis ojos un sol apagarse)...



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