CENIZAS de un AMOR

... Y en la noche al llegar a casa, descubrir brillantes sobre la cama en tu lugar esas Ceniezas de un Amor, que jamás pensé conocer, aguardándome en silencio ...

 

 

syglesias
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CENIZAS de un AMOR:

 

 

Mirándome a los ojos, te fuiste acercando lentamente siguiendo el resplandor de la Luna a la ventana y al verte llegar me incorporé del sillón donde estaba y tomándome por el cuello buscaste mis labios besándome de una forma que temí seria la ultima vez, para un amor que fue tan querido de dos, pero que ahora había sido recordado por un instante entre las sombras que brindaba la noche, porque esa pasión espontánea, ya no se podía salvar sinceramente, recobrando de entre los espacios perdidos sin tiempo de amor dedicado por esos brazos que sabían esperar despiertos ansiosos muchos años atrás, esos momentos del corazón que fueron detalles sentidamente, vividos...

 

Mirándome a los ojos, te fuiste acercando lentamente, dejando tras de ti, esas huellas profundas de tristeza que se quedaron plasmadas en el frio piso por donde mismo partiste en retirada, el destino testigo mudo, habló por nosotros, siendo el castigo cruel para ti, como para mí, pero no se postergar mas la agonía por lo que aun se quiere, pero que no se le ama mas, presentemente, las cenizas dejadas a la cama en tu lugar, ahogaron, sofocando el recuerdo por esa pasión que debió permanecer permanentemente a fuego vivo recordado como razón de existencia mas no de un olvido de soledad en la piel...

 

Mirándome a los ojos, te fuiste acercando lentamente, teniendo ocasión de leer por tus hermosos ojos glaucos que el final estaba escrito, solo habías venido a darme ese beso distinto a todos del cual jamás quise conocer su sabor en mi boca, por ser de despedida, porque cuando la magia de un amor se acaba la verdad del término es algo que casi nunca se dice, pero como se siente luego internamente ese doloroso desenlace para quien intentó amar una esperanza de reconcilio, tomándote hoy suavemente tus manos entre mis manos, con lágrimas en los ojos, diciéndote que por favor, no te marcharas.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 31122012 09:45 AM.