Tras una lluvia cataclismica tuve una idea mística
Con papel forje un barquito y lo coloque sobre un charquito
¡Sorpresa mía! ese inerte charco, de pronto arrastro mi barco
Pero que casual, la calle se transformo en un fuerte caudal
lamentablemente ante la brevedad, mi barco vi zarpar
cuando mi barquito vi alejar, solo buen viaje le pude desear
y aunque lejanías fue a explorar, yo nunca lo voy a olvidar
buen viaje, buen viaje, no te detengas ni por la tempestad
Ya verás que tras la tormenta siempre llega la felicidad
- Autor: Juan Amezcua (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de enero de 2013 a las 21:34
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 924
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