Ven a mí como la rosa roja ardida
descifrando el enigma de la distancia.
Suelta tus anclas
y trae tus muslos blancos mujer bravía.
Acelera el paso sin tregua
que mi loco amor te aguarda,
deja la pena famélica sin ropas
y la angustia deshojada/
Ven a mi latido de vena propia
con tu piel virgen armada en el lodo/
Apaga tu necesaria sed
de amor en un todo
en mi alma de lago y cuerpo desvestido/
Agita tu voraz paso de hambre noble
que el amor
siempre llega con sus temblores
sacudiendo como polvo los pesares del alma
con los pañuelos rosas de la ventisca
y sus aletas de retorno traen
el aire renovado en tus pies de negra harina/
Ven con el vértigo de tus mareas azotadas
y trae todo el agua de tu llanto depurado/
La fatiga de corazón peregrino
para el fuego
contenido en mi volumen de brazos/
Mis manos de llama deslizarán calor
en tu pradera de espeso continente/
Caminemos como dos columnas de piernas
fortalecidas en una batalla de relámpagos
con los márgenes de la luz y su delicia,
andando las delgadas sendas de la claridad,
hasta precipitarse
los cereales alimentados
en dos cuerpos nutridos
bajo un panal derrotado/
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2013 a las 21:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
...Agita tu voraz paso de hambre noble
que el amor
siempre llega con sus temblores
sacudiendo como polvo los pesares del alma...
MARAVILLOSA DESCRIPCION METAFORICA, HERMOSSA!!! ME LLEGO A LA MENTE Y EL CORAZON. FELICITACIONES!!!
gracias LaBa. me alegra saber que te llegó. mis saludos. ricardo
Hermosas y preciadas metaforas poeticas amigo Rocardo
Gratificante la lectura de tus versos.
Saludos de afecto y amistad
Críspulo
te agradezco estimado críspulo. mis saludos cordiales. ricardo
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