Hay una muralla
en mi interior.
No sé desde cuando está allí
de repente
me percaté de su presencia...
Quería ir más lejos
más allá de los altos muros...
Pero no podía.
Mucho tiempo estuve así
sólo mirando y aceptando
la imponente muralla.
Un día
empecé a hacer cosas nuevas
y noté que la muralla
se agrietaba
se hacía más débil
se hacía pequeña
mientras yo
crecía.
Todavía, la muralla
sigue existiendo
en mi interior
pero cada vez
es más débil.
- Autor: Freud ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2013 a las 03:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: monique ele, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
¡Prosiga con su lucha colega!, los muros suelen ser "muros de miedo y metal" pero "el miedo y la duda son ilusiones".
Felicidades por debilitar esas paredes 😉
saludos y un abrazo 🙂
¡hasta siempre!
un poema muy psicológico... me encanta...
Genial y preciado poema amigo Freud
Un placer leer tus versos
Saludos y amistad
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