CAPITULO 3: NADA ES CASUAL

EDUARDO FAUCHEUX



 

CAPITULO 3: NADA ES CASUAL


Es suficiente que hagas el esfuerzo mental necesario. Concentración. Meditación. Sinceridad en los deseos.
Reconciliación con tus malos recuerdos y peores comportamientos. Y conversar con el  Gran Jefe, como amigos, bajo el techo de estrellas, en voz alta, a solas, contándole tus cuitas, pesares y remordimientos, porque, a fin de cuentas, "¿quién no tiene un muerto en el placard?"...

 

No hay premios.

No hay castigos.

No hay cielos.

No hay infiernos.

No hay dioses.

Ni hay demonios.

Solo la energía que conoces

de universos sempiternos,

la que es tu testimonio

de tus vivencias y existir

en este raro matrimonio

entre el Bien y el Mal, al convivir.

 

El tren pasa por nuestra vida dando la oportunidad de subirse a él a cada uno de nosotros.
Uno puede estar en la estación correcta, con todo el equipaje, y, cuando dicen "¡a bordo!", puede que estemos distraídos o puede ser que no tengamos el coraje de subir, por miedo a lo desconocido.
Muchas veces perdí el tren... Demasiadas, para mi gusto. Y generalmente, por cobardía, lo confieso.

 

No es casual, la oportunidad...

En el camino que has de elegir,

a veces, optarás por la seguridad

y otras por la incertidumbre en tu sentir.


Yo no entiendo a la razón,

que hasta hace no mucho, buscaba detalladamente;

recién ahora entiendo que, si dirige el corazón,

no debería haber razonamiento en la mente...


Y aprendí a ACEPTAR. Aceptar como buen modo.

Lo bueno y lo malo, lo triste y lo alegre;

que hay una causa y un efecto, para todo;

aprender que lo que me pase, a mi ser yo lo integre.

 

Y en el lento observar, callado la boca,

del transcurrir de acontecimientos

de días en días, del trago que me toca,

me da la pauta que ALGO estaría aconteciendo.


Y me dejo llevar, por esa corriente fluída

de causalidades o casualidades, segun tú lo entiendas,

dejando obrar a Quién Sea que lo haga, según su medida,

como un modo de agradecer por la Vida que Él me ofrenda.

Lo que no conté son otras etapas de mi vida, con otras secuencias casuales, que dan la sensación de que uno es una de las infinitas piezas imprescindibles en un tablero de ajedrez de infinitas casillas en un juego donde los protagonistas son las Inteligencias Supremas que disputan nuestros futuros, dándonos distintas oportunidades.

Y no es casual que pretender bajar las "revoluciones" de nuestro trajinar para observar la Vida -sin descuidar por ello los intereses de cada uno (el dinero es intercambio de energía, aseguraba una amiga que me pagaba por sus baños termales cuando yo pretendía no cobrarle)- sea el "click" que estábamos esperando para empezar a espiar en qué rincón nos escondieron la Felicidad.


¡¡¡Felicitaciones por ello!!!

 

  !¿Qué puedo decir yo de las casualidades?!
Que por esas mismas casualidades estoy aquí, además, convencido de que si todos paramos ahora unos segundos
y miramos atrás, por esas mismas casualidades TODOS estamos aquí.
Que si tuviéramos tiempo, en unos casos, y ganas, en otros, y fuéramos capaces de escribir brevemente nuestro discurrir en la vida, serían las mismas casualidades por las que hemos conocido a nuestra gente, a nuestros amigos; esas casualidades que realmente nos han hecho ser como somos, nos han hecho sentir, y que volviendo a este momento, me hacen escribir a un grupo de amigos a los que, desgraciadamente, otras casualidades no me brindaron la oportunidad de conocer personalmente.
   Y volviendo a las casualidades, otra vez coincido contigo en que nada es casual y sí todo es causa y efecto. Todo tiene un origen y un final, ¡bravo!, pero más aún todo tiene un motivo, un porqué. Otra cosa es cómo cada quién lo busca y más importante, cómo cada quién lo encuentra.

* 

Eduardo Faucheux

08-01-2013

  • Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de enero de 2013 a las 14:36
  • Comentario del autor sobre el poema: Nada es casual. Estoy convencido de eso. Que si tuviéramos tiempo, en unos casos, y ganas, en otros, y fuéramos capaces de escribir, brevemente, nuestro discurrir en la vida, serían las mismas casualidades por las que hemos conocido a nuestra gente, a nuestros amigos; esas casualidades que realmente nos han hecho ser como somos, nos han hecho sentir, y que volviendo a este momento, me hacen escribir a un grupo de amigos a los que, desgraciadamente, otras casualidades no me brindaron la oportunidad de conocer personalmente.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 149
  • Usuarios favoritos de este poema: DAMSYD, Coty, Diluz, Melba Reyes A.
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Comentarios +

Comentarios2

  • Coty

    Celebro la bendita casualidad de cruzar su espacio, y detenerme un rato aquí y regocijarme en sus líneas llenas de belleza y sabiduría.

    • EDUARDO FAUCHEUX

      Un mayúsculo honor que una dilecta creadora pose sus reales en esta "cueva de reflexiones" y me regocije con su comentario.
      Eternidades de agradecimientos!

    • Diluz

      Coincido y como siempre nunca mejor expresado, a nadie le quitan lo bailado,
      Ni siquiera lo mal bailado, jajaja! lo hecho está, para eso también está el pasado, y el presente, en cuanto al futuro nunca sabremos si estará pero es una posibilidad mas,
      para seguir hacia delante, esa es la constante, desde que nacemos. Y personalmente, para mi la palabra casualidad es solo eso, una palabra, pero si, estoy segura que todo es una causa, todo tiene su razón y todo su por qué, aunque los ¿por qué?, no debiera tampoco de inquietarnos, pues una vez sucedido lo que hubo de suceder, el por qué, ya fue, y ahora solo nos queda subsanarlo, o bien aceptarlo, corregirlo de ser posible si acusa algo malo y agradecerlo si observa algo que ha sido bueno.
      Pero en algo no coincido, Eduardo, cuando dices que muchos se quedan a medio camino, en esta búsqueda total, del TODO, LA VERDAD, pues yo creo que nadie goza de poseer solamente virtudes, tal vez creer eso, sea el peor vicio, si así lo creyéramos, y creo que es parte de cada uno aprender a reconocer la mal llamada virtud del bien, como único legado pues desechar lo que suponemos malo, y creernos libres de ello, nos debiera hacer reflexionar, con esa parte de nuestro cerebro que para reconocer entre uno y otro, (el bien y el mal), tenemos que saber primero de que se trata, o sea todo forma parte de uno, y cada quien alimenta lo que desea hacer crecer en uno mismo.
      Y se dice que no es bueno detenerse en mitad del camino, la búsqueda será desde que tenemos uso de razón hasta el último suspiro.
      Como siempre, un gusto leerte, y reflexionar, mal que bien, bien que mal, siempre será mejor ponernos a pensar.
      Con mi cariño para ti Eduardo.
      Diluz


      • EDUARDO FAUCHEUX

        Qué bien que me viene tu acotación!
        Estuve leyendo y releyendo el párrafo que cuestionaste y no encuentro el motivo por el que quedó así. Tengo la mala costumbre de Copiar-Pegar los comentarios que me interesan y veo que éste un comentario mio que es una respuesta a algo que alguien me escribió y que, aparentemente, me ha quedado fuera de contexto.
        "Muchos, me incluyo, nos quedamos a medio camino,

        en la búsqueda, por la cantidad de vicios que nos afectan, enredados,

        y otros sólo tienen las virtudes, con las que consiguen ser más avezados."

        Lee todo en: Poema CAPITULO 3: NADA ES CASUAL, de Eduardo Faucheux, en Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-217963#ixzz2egFAiLtV

        Incluso, ahora que lo Copio-Pego aquí, me lo reproduce como si estuviera con renglones de por medio... y, constructivamente, por la rima entre enredados y avezados, debe haber sido parte de un poema o intento de darle rima consonante a algún párrafo.
        Dicho esto, estoy totalmente de acuerdo contigo en que nunca se quedará uno a medio camino en el Aprender. TODA la vida es una escuela de tiempo completo.
        Para ser coherente y auténtico, borraré el párrafo en cuestión, pero lo dejo copiado aquí, en tu comentario, para que quién pudiera leerlo sepa cuál fue el error.
        Te agradezco inmensamente tu mensaje, luego de todo este tiempo que ha pasado desde que lo publiqué (nada es casual...), porque de algo que parece tan trivial, es un importante concepto el que corriges y me ayudas a no "sembrar" confusión.
        Esto, además, demuestra tu inteligente pensamiento deductivo y espiritual, amén de tu integridad moral y sinceridad.
        Nuevamente gracias y un gran abrazo platense.
        El Edu.



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