Sangre oxidada...]
Soy un árbol de escamas arenosas...,
me lleva el mar cuando duermo
me lleva el viento cuando desaparezco,
me llevan las palabras cuando callo,
me lleva el dolor cuando me silencio...,
me lleva la muerte entre su lecho nocturno
me lleva su carroza de cuervos,
tan cercanas, tan prontas, tan del alma,
me llevan al abismo de papel picado
donde aves albas han caído
junto a la esperanza de un sol eterno
todas quebradas..., ... torcidas
como los dedos fecundos en mis notas
en pedazos de palabras sanguíneas
en pedazos de un corazón apedreado por la vida
en pedazos de sonidos estrechados de mi boca
he caído en la minúscula forma de padecer el cielo en mis manos
hasta dibujarme el mar fermentado en la timidez de mi pecho...,
arrojadizo mis latidos, envenenados en el alma
cuando ya desconozco mis palabras,
y también la libertad del cosmos de mis versos
como aquí donde las escamas las roban los peces,
y me desnudo al alba, en la sonrisa de un sol muerto
bajo el padecimiento de una enfermedad metálica
a duros tropiezos con la caída de mis sueños...
a duros tropiezos con la caída de mi cuerpo...,
la savia que brota de mi piel
es la lágrima
fecunda de mi realidad quebrada...
Al vidrio molido de una botella quebrada.../ (Que dentro ha guardado la realidad de un artista de mundos internos, y dentro se ha producido una hemorragia de lágrimas y versos, tan dentro que el cuchillo cortante corta la sangre y luego la muerte, corta las palabras y luego los sentimientos...)
Él escribe poemas, él escribe
con sus dedos de tachuela
da de martillazos el aire
con sus pulmones mecánicos
acredita la vida
hasta fecundar el verbo
más allá de cualquier significado de respuesta
más allá de la forma
más allá de la textura
más allá de todo...
¡Respira, vive y siente...!
más allá ama la vida...
más allá descubre una nueva forma de amar,
más allá evita que sus raíces renuncien a la realidad,
más allá deja que la savia sea líquida
... y sané pequeños racimos
que se ahogan en la fermentación
de padecer el vino
antes de saber el dulce inocente del amor...
Y así muchos creen que caen los árboles,
muchos lo creen..., y... ellos... no caen!
tan sólo..., vuelan, enhebrando sus raíces
en corazones maltrechos del polvo y las cenizas...
hasta fabricar de nuevo lo que muchos olvidamos... La vida...
Joel Parra... (Carlos...)
He nacido un día como estos para aprender de nuevo que es la vida,
y he muerto un día de los que callé para saber que la vida no ha muerto...
Ciudad gris, testigo de los cuervos...
- Autor: Joel Parra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2013 a las 02:35
- Comentario del autor sobre el poema: Este es como un poema feliz, un poema tan feliz, que pareciera entristecerse pero se siente feliz, feliz y feliz, feliz como el amor y la vida, muy feliz... ES UN POEMA FELIZ...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Sara (Bar literario), Andra, Jareth Cruz, gerd, YUBISAY MORALES.G., CARMEN, Cuervo4141, Gotitha de miel (Yoki)~BAR LITERARIO, BlackVizard, Lechuza o Paula la Loca
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