Crónica de un comienzo
Es un cuadro expresivo y nada más,
de un infante feliz y su futuro prometedor.
Casa, mujer parental, dos hijos
y un coche que supera la línea.
Y si pienso descubro que queda mucho
a lo largo de un espacio-tiempo
congelado y escrito, gritando:
qué fue de aquel niño,
qué fue del pobre ruiseñor
enderezado al conservadurismo.
Ninguna expresión de su perfecta piel
me dice que algo se conserva,
ni siquiera la indeterminación
de la palabra "algo" me consuela.
Parte esta carrera de un estigma social
de carácter monogámico y conservador,
y de un efecto Jung resulta
un joven adulador de la voluptuosidad.
¿Qué mecanismo dantesco produjo vida
o se le ocurrió siquiera producirla?
He resuelto de aquel niño
disfrazado de Charlotte y conservo
la idea romántica del revolucionario,
de que algo indeterminado va a cambiar
o simplemente llego tarde, y ya ha cambiado...
Caprichos de sade
Que necio contempla al diablo de frente
cuando de su mente ha nacido la conciencia
que le dicta, !resigna la cabeza
ante el mal de males inconsciente!
De una rápida lectura vital
y una tristeza infernal
aquel niño dictó con la vida
un destino hipotecado
y acordó que naciera el deseo de vivir.
Murió el niño diurno, nació de entre llamas
un ave nocturna, capítulo II:
Buscar sin refinamientos lo existencial
en el coño de alguna determinada mujer
o en el fondo de un vaso determinado
de alcohol curandero.
La simpleza sería la mejor amiga
si con ella no trajera siempre a la soledad.
!Qué simpleza solitaria más honda que produce
una droga difícil de dejar!
!Qué difícil de consumir cuando se trata
del sufrimiento paulatinamente creciente
y personalidad permanente!
La existencia degeneró en más existencia,
Sade vestía prendas del rastro
cuando aquel niño compraba con tarjeta.
- Autor: Nicolás Alonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de enero de 2013 a las 12:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
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