De cuando estuve loca
me queda la manía
de consolar al vencido
que no hace caso,
se encierra en su concha,
y aún me increpa
por qué me meto,
de dónde salgo.
Y la dicha de valerme con poco
viendo pasar el tiempo
en alas de un lento balandro.
De cuando estuve loca
me quedan amigos
que miran sin querer
o con ardientes ojos,
rumiando saetas
en mitad de un pasillo,
en mitad de la gente.
No tranquilos, sedados.
Mis manos son un cuenco de semillas.
Si acaso el camino me pierde
seguiré camino por mí plantado.
Quien desee encontrarme
deje la cordura
tras el fresco olor de mi trigo.
Quedan recuerdos en forma de pera,
premios tristes de consolación,
lluvia de arena bajo la cama,
un rigodón de batas blancas.
De cuando estuve loca.
En la boca agria sensación
de no saber a donde pertenezco,
si al sueño de la razón
si a la razón de los sueños.
- Autor: Fernando Torres Simón (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2013 a las 11:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
Comentarios3
Muchas gracias a las personas que leen mis humildes poemas. En especial a mis amigos en esta página, de los cuales aprendo algo todos los días.
Hola Living. Muchas gracias por pedir aplauso a mi poema. Un abrazo.
La locura es a veces cordura misma..
Un placer pasar por tu espacio
saludos
Andra
Hola Andra. Ahora mismito voy a leer tu nuevo poema sobre el mar. El placer es mutuo, amiga. Un saludo sincero.
Muchas gracias por leer mi poema Jorga y por considerarlo genial. Es un orgullo para mi haber provocado en ti ese comentario. De verdad. Yo sigo tratamiento psiquiátrico desde hace años. Ahora mismo voy a leer tus poemas. Seguro que me gustan. Y a pedir tu amistad.
De joven supe lo que es vivir en una familia un poco desequelibrada. Mi padre tenía fuertes ataques de ansiedad e iba de un psiquiatra a otro. Algo se me ha pegado a mi.
Un saludo Jorge.
de acuerdo. Lo tendré en cuenta la próxima vez.
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