(Managua, Octubre 9 de 2001)
Mira Señor mi dolor.
Apiádate de mi persona.
Sana Señor mi corazón, que enfermo
hasta tu Altar llegó.
Lleno de ti quiero estar.
Apiádate Señor de mi dolor.
Padre Eterno,
Tú que enviaste a tu Hijo a padecer por mis pecados,
enséñame Señor como rebelarme contra la maldad,
concédeme la Gracia de la fe y la Redención de tu Perdón.
Padre Eterno,
enséñame Señor a perdonarme,
apiádate Señor de mi dolor.
Dame Señor de tu presencia y enséñame
Señor de tu amor.
Por el sacrificio de tu Hijo, Padre,
apiádate de mí y dame por fin la Libertad.
Del pecado no quiero seguir siendo esclavo,
pon tu palabra en mi corazón y enséñame a servirte;
enséñame a Amar con tu amor,
enséñame a perdonar con tu perdón y...
que brille en mi tu Salvación.
Apiádate Señor de mi dolor.
Te suplico Padre Eterno tu Perdón.
Que se encienda en mis manos tu calor
y que inunde en mis pensamientos tu palabra.
Que sea en Jesucristo mi Esperanza y
la Vida Eterna el anhelo de mi corazón.
- Autor: Alma Erótica de José Luis Agurto Zepeda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2013 a las 20:11
- Comentario del autor sobre el poema: Desesperación y sed de Dios. Un encuentro cercano entre criatura y Creador.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 79
Comentarios1
No había leído esta plegaria, me pareció hermosa, a mí me da gusto cuando un escritor es hombre de FE, como yo también lo soy
SALUDOS
Se le agradece Pepita.
Saludos.
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