Estando en compañía de mis versos
creí escuchar un sutil musical,
susurrando cual divino manantial,
parecióme que el aire daba besos.
Percibí una tenue melodía,
armonizando un ligero crescendo,
al oír el preciado maná fluyendo,
mi corazón vibraba de alegría.
Un suave tul brillante y transparente,
acarició la tierra somnoliente,
y una dalia, pareció darme un guiño.
Vi un lirio que lloraba de repente,
al abrazar el maná reluciente,
vi una rosa, salir de su corpiño.
Josep
- Autor: joseph (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2013 a las 13:02
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
La naturaleza asoma exuberante en tu hermoso soneto amigo Joseph
Saludos de amistad de CRÍSPULO
Muchas gracias amigo Críspulo por tus palabras.
Sí, la naturaleza es un elemento vital que incluyo en muchos de mis poemas. Forma parte inseparable de nuestras vidas.
Un abrazo!
Joseph
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