Esa mirada como navaja puntiaguda,
mirada que sosiega mi rabia.
Cual aquieta la furia de mis palabras
y adormece estas hazañas absurdas.
Esa mirada seductora y sugestiva
que abre las puertas de mi fisgoneo
haciendo salir los más afilados deseos,
fija mirada que solidifica el tiempo.
No pretendo contender con su don punzante
sino rendirme como paciente al filo,
que sana mi alma de las molestias
y restaura la salud de mis pensamientos.
Vista que como daga penetró mi pecho
y me fue embarazoso el poder respirar,
machete que abrió mi vida como a terreno,
mirada que me hizo reír y llorar.
Me sumerjo en el vórtice de tu silencio
haciéndome victima de tu encanto,
porque no he visto tan pacificas visiones,
tantos sueños inimaginados.
Iluminares que a primera luz me besan
cuando mas adolorido estoy, me consuelan.
Mirada ininterrumpida, sutilmente me arrincona;
mirada invariante, me ama y aprisiona.
Estoy embriagado de las insinuaciones
escritas en el libreto de tus ojos.
Necesito, por conveniencia, dos vidas
para seguir de ti, enamorado.
Daniel Badillo
- Autor: Daniel Badillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2013 a las 09:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 377
- Usuarios favoritos de este poema: JADE FENIX, Lena
Comentarios3
Hermoso!
Wow, tanto es lo que reflejamos a través de ella.
Bello.
Un fuerte abrazo amigo.
Una mirada por la cual darias hasta tu propia vida . . . bello poema, saluditos!
Muy agradecido...
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