De Neftali Jimenez
Grito bravío apagado por el aullar del hierro
Que aunque de muerte, fue el nacer de una nación
Marco el destino de raíces injertadas
En balbuceos de lágrimas y aceptación
No basto la fiereza del Taino
Que con orgullo defendió su población
Ante el misticismo de colores nuevos
No esperaban semejante aberración.
Y en la gula de la tierra se sorbían
Lo mejor que mi isla le entregaba
No solo las riquezas de plata y oro
Fueron también sus hembras; y procreaban.
Y embarcaron al Negro para el arduo trabajo que vendría
Y con ellos el ritmo de la danza y sabor jadeante de tamboras
Alineando así nuestras raíces, la idiosincrasia
Y creando otra raza con la aurora
La raza Borinqueña había nacido,
Una mezcla de mango, quingombó y paella
Literatura, santería y catolicismo
Y este orgullo que mana por mis venas
Yo soy negro, taino y soy el blanco
Soy fiereza, fuerte y soy mezclado
Soy el fruto de guerra, de tesón y de historia
Que vive en mi memoria; lo he heredado;
lo digo con empeño; yo soy Puertorriqueño
porque si, pa’ mi gloria.
- Autor: Nefty Jimenez ( Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2013 a las 16:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 104
- Usuarios favoritos de este poema: arqroblori
Comentarios2
ha que buen poema, describe perfectamente al ser humano puerto riqueño
Gracias por su comentario. Un poquito de historia jeje.
Como compatriota que soy, un orgullo leer su poema.
Gracias compatriota. Que bueno que le haya gustado mi poema. Saludos!
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