Clásico: Amor Idílico.
¡Oh! Mujer hermosa nutricia pura de la tierra verde,
vestido corto y botas de cazadora,
más bella que el sol, la luna y la aurora
hermosa arrebatadoramente, sin enlerde
de anchos y rosados pechos…
mi dulce joya, de inocencia están hechos.
Eres una diosa de las cavernas, las montañas, murallas y mi fortaleza;
Eres mis flores, plantas, árboles, pájaros y animales;
Mi norte, mi sur, mi oriente y poniente… mis puntos cardinales;
Eres mi luz, mi resplandor, mi relámpago y llama, diosa de la naturaleza;
Origen del cosmos y del linaje de los dioses de la homérica tradición,
diosa de la Tierra, manifestación espiritual de toda la creación.
Ella me trastorna con su mirada
majestuosa y solemne realidad,
la profecía, augurio y la verdad
diosa del rebano y la manada;
Representación de la casa, el patio, la matriz, la cueva.
Arboleda sagrada y longeva.
Traviesos espíritus de los bosques, mi camino
tú eres mi manantial curativo
dulce unión de mi amor cautivo,
a menudo me hacen experimentar el éxtasis divino.
Bajo de su grandioso templo yo la vi, ella me vio,
los dos nos miramos y ¡Cupido cumplió!
Dr. Rafael Mérida cruz-Lacano
"Hombre de Maíz 2009" Guatemala C.A.
- Autor: Rafael Mérida Cruz-Lascano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2013 a las 19:36
- Comentario del autor sobre el poema: Celebrando a San Valentín.
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 54
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