Parecía un sueño

dasey

Me pareció que fue un sueño. Cuando desperté no había más que tu sombra acostada a mi lado. Durmiendo, soñando con la felicidad del pasado, pero ahí estabas; dulce y callada. Entonces qué fue lo que pasó? Un sueño que tuve o una realidad que no podría evitar?

Yo estaba esperando un tren. El reloj marcaba las 13:00 horas. Salía del trabajo y me dirigía al fin a la ciudad. Ansioso, sabía que tú estabas esperándome. El sol ilumina tan alto hoy que sólo lo comparaba con el calor de tu cuerpo. Recordé en aquel momento el día en que nos conocimos en la plaza. El mismo sol, tan brillante tan tímido. Dos desconocidos que aprendían hablarse. Tu sonrisa conmovía mi alma. No importaba si el mundo caía en lo más  bajo del universo. Todo lo que quería era seguir contigo. 

El reloj marca las 13:05, el tren está con retraso. Yo seguía soñando. De repente la serpiente metálica arriba. Yo continuaba soñando. El sol de a poco estaba siendo cubierto por un escudo de vapor. Será que lloverá? Este verano estuvo andando a tormentas, no sería raro que hubiese una ahora. El tiempo no pasa más cuando esperas. Ya son las 13:08. Yo me siento dentro del tren que empieza a correr. Cuándo llegaré para sentir tu amor? Recorro imágenes en mi mente. La primera vez que tomé tu mano. Suave y nerviosa. Pero se puede recordar en un sueño? Aún así yo te siento a mi lado. El sol es descubierto. Pero no me impide pensar. Nuestro primer beso, mientras hablabas, yo de repente tomé tu rostro con mis manos y sin dar aliento uno mis labios con los tuyos. Sensibles y soñados. Ya no sentía al mundo girar debajo de mí sino al propio universo. Fue tan grandioso que no podía detenerlo.

Son las 13:15, pero en mi mente el tiempo es un diminuto ser que pasea por mis memorias. Yo prosigo con mi sueño. El viaje es tan rápido pero la espera tan lenta y yo continúo con mis pasajes en el laberinto de mis recuerdos. Los desayunos que compartimos, las tardes románticas a orillas del río, el día que te di la sortija de compromiso para casarnos mañana pasado. Todo es tan bello que no parece un sueño sino el abrazo de la realidad.

 

De repente algo opaca al sol, gritos sordos que aturden mi memoria…

En un lugar oscuro dos seres alados sentados frente a frente, jugando al ajedrez dialogan:

-Si muevo mi alfil hasta esta casilla brillará con un jaque.

-Oh! Vaya sorpresa me diste. Pero puedo librarme fácilmente de él.

-Ángel del Destino, qué lástima que no tomó el autobús. Salía 10 minutos más temprano pero llegaba 5 minutos más tarde. En cambio salió 10 minutos más tarde para estar 5 más temprano sin saber que el tren iba a tener un pequeño accidente.

-No lo juzgues Ángel de la Muerte. El amor es así, impaciente, intranquilo… Pero no ganarás esta vez. Se casarán en 2 días y se unirán para siempre.

-Jo, jo!! Mi querido amigo, otra vez en jaque! Creo que ya no hay más remedio. En otra vida será.

En un distinguido restaurante ellos están plácidamente cenando. La felicidad les desborda por los poros. Sus almas brillan al sonido de una eterna melodía de amor. Alegría que sobra sin dejar de notarla en sus rostros. El mozo irrumpe trayendo una botella de champagne enterrada en el hielo. La abre y le sirve una copa a los dos. Él hurga en esos cubos helados y saca una cajita negra. La abre y, con su corazón latiendo a mil le propone casamiento. Ella duplica su felicidad aceptando su propuesta.

Son dos almas más que felices, el amor los hace locos pero con la cordura de su razonamiento ellos son el mundo, ellos son el universo.  

Él lo había soñado mientras viajaba. Abre sus ojos y se halla en una extraña habitación conectado a máquinas. El sol se convierte en una pálida luz que alumbra el foco del cuarto donde está. Por supuesto se encuentra en un hospital. El tren tuvo un accidente terrible donde hasta ahora el 75% de los viajantes hicieron otro viaje sin retorno al más allá. Una grotesca tragedia.

Él mira a un costado y ve a su amada llorando sobre su pecho. Quisiera decirle algo, quisiera decirle cuánto la ama que de seguro estará esperando por ella donde quiera que vaya pero ya es tarde. Un monótono ruido en un aparato indica que su corazón acaba de pararse, y aunque el médico y las enfermeras entran para resucitarlo ya nada se podía hacer.  Faltaban dos días para unirse para siempre, dónde está la justicia en eso?

Volviendo al lugar oscuro donde el Ángel del Destino y el Ángel de la Muerte juegan al ajedrez y con las vidas humanas, el segundo le expresa:

-Es un trabajo difícil, pero quién más lo haría?

-Ahórrate la ironía. Y empecemos otro juego.

-Está bien, así me cobro otras víctimas. 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Ceus.A.Dasey (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de enero de 2013 a las 13:31
  • Comentario del autor sobre el poema: es una pequeña historia que espero les guste y no lloren XD
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 246
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • borealara

    Tienes razón parecía un sueño, pero como una pesadilla de la realidad: un saludo



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.