Las letras de tinta están celosas y casi extintas, y las que jamás se escribieron brotan poco a poco de entre cerebros absorbidos por un pequeño aparato en el que se des ahogan ahora los poetas perdidos entre la gente normal, poetas que en la ausencia de su propia persona son libres, y usando esta máscara de ausencia forman con letras cibernéticas el mar de los poetas de un nuevo mundo donde todos podemos por lo menos intentar.
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Las letras de tinta están celosas y casi extintas, y las que jamás se escribieron brotan poco a poco de entre cerebros absorbidos por un pequeño aparato en el que se des ahogan ahora los poetas perdidos entre la gente normal, poetas que en la ausencia de su propia persona son libres, y usando esta máscara de ausencia forman con letras cibernéticas el mar de los poetas de un nuevo mundo donde todos podemos por lo menos intentar.
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