El viejo me dijo que 30 años pasan
se van por esquinas, bajo lluvia, bajo
soles de tardes y bajo lunas robadas
desde ventanas y cielos azules
Pasan y se ven en los hijos y en los espejos
en el aire que falta y en los amores
pasan y se ven en los otros que nos miran
que la piedad, y la nostalgia, y la memoria
y aquella idea tan genial y aquel balcón y aquel
grito y aquel llanto nunca acabado y aquella risa
de a ratos y de segundos, y de tiempos y de refugios
Pasan y los olvidamos, hablando por lo bajo en las
conmemoraciones y los aniversarios, en los consejos
de los pequeños que hoy nos crucifican con sus piedades
Pasan como pasaron las fuerzas de que todo temblará
de que los libros dejaran de narrar y cantaran otros finales
robando los colores a la noche en que amamos
perdonando a los ojos por tanta belleza olvidada
por la piel que dejó lugar a otra piel, y a ciertos finales temidos
El viejo habla y sus palabras pasan, perdona al que escucha
Se apiada y ve en sus retinas cansadas, los años pasar y pasar…
Comentarios1
Por estos días alguien retorno a mi vida luego de 37 años, y hoy tratamos de hilvanar el pasado que se nos deshilacha en tiempo y recuerdos en lo que hoy somos y en lo que fuimos.
Tu poesía me trajo esa nostalgia
Sí, es difícil recordar lo que fue, lo que se ha ido. A veces esos recuerdos vuelven como ráfagas, nos traen una imagen, un aroma, un rostro. Y a mí particularmente los lugares de las casas siempre me remiten a eso que somos y que fuimos. Las ventanas; siempre recuerdo la primera vez que pude pararme en puntas de pie y ver a través de la ventana, no sé si ese recuerdo fue de la primera vez, a mí me gusta creer que sí.
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