Me duele el hacha de silencio
que se me clava inmaculadamente.
Los adverbios que golpean,
la marca de los dedos en el aire.
Vuelven a punzarme
los muslos embebidos de gente,
la carencia de un labio abriéndose.
Me duele el frío espumoso,
las venas que se mecen solitarias,
la espalda eternamente mía.
(no nuestra, no tuya,
sencillamente mía)
- Autor: Jef (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2013 a las 00:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Sara (Bar literario), jaimen apolinar
Comentarios1
¡Que forma tan maravillosa de expresar las dolencias! ¡Me encanta tu poesía! ¡Abrazos!
Gracias amigo, se aprecia mucho que tomes el tiempo de leer y comentar.
Saludos!
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