Un peregrino se confiesa
Soy el hombre eternamente solitario,
el que forjó ciudades y amoldó los muros
de cada habitación en el palacio y en la choza,
el que apacentó las huestes de su especie en pleno campo,
en plena tempestad, en el alud de los volcanes.
El que preñó mujeres solamente con besarlas,
el que educó a sus hijos con la paz del libro abierto
y en la oración de gratitud de cada día de trabajo.
Y amé, sinceramente amé hasta en el olvido,
en pleno desgarrón entre certezas y utopía,
en la intención de ser correspondido por la estrella,
por el rostro, por la luz que entre dos vi que brotaba
y que vigilo aún, nunca vacío en esperanzas.
Hermano tuyo soy y hasta enemigo
de esa maldad que vi hasta en mis entrañas,
que pude contener y a veces sólo
dejé fluir en la explosión de mi sarcasmo,
de mi mala voluntad, de mis errores,
de mi impiedad, al fin, que no todo ha sido miel y canto.
Hermano pues del mal en las mañanas de tiniebla,
también del sol que vuelve pese a todos mis cansancios,
a cada y mil derrotas que decoran mi osamenta,
a cada paso errado en la estrategia de ser digno.
El hombre simple soy, viví en la corte,
pero las herraduras de la tierra me galopan,
me llaman, me acreditan como uno más de los que sueñan,
aman, marchan, tergiversan su organismo
sólo por alcanzar aquella luna tan distante,
aquel abrazo del perdón, aquella cama de la cita.
Y sin pensarlo me alisté en las contiendas coloradas
de hallazgos y conquistas, de guerras y de sembradíos,
mi flor tal cual alcé en las explosiones del soldado,
en la heredad del buen caudillo, en el jardín del fiel poeta.
Y anduve en las chatarras posteriores al combate,
con viudas, con botines, con escapes a lo insigne,
vi la verdad de tanta muerte innecesaria,
vi la crueldad de tanta vida combatida
y supe que por fin es para todos la alegría,
por eso desarmé mi propio ardor a manos llenas
y fui de nombre en nombre abrazándome a la risa,
a la bondad, a las labores bajo el cielo,
al porvenir del alma cuando por fin nos encontremos,
sea en la mesa o en la arena de una playa bien amada,
sea en el pan o en el rocío de la muerte que libera,
por fin no solitario pues mi camino será tuyo,
por fin no solo pues podré decirle al ángel
que junto a ustedes yo viví y eternamente me habitaron.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
23 01 13
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2013 a las 15:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 96
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., andres fernandez ruiz, elvira olivares, nellycastell
Comentarios4
Solo puedo decirte amigo... hoy abrazo cada una de tus letras... las siento en el alma... Gracias por compartirlas... Mas que placer leerte el día de hoy...
Saludos cordiales -llenos de amistad sincera-
Mis saludos y mi gratitud, compañero, feliz fin de semana para ti y los tuyos.-
Que gran riqueza linguistica.
Que bien plasmado de principio a fín.
Cala hondo cuando se lee.
Saludos
Amigo mío, agradezco la gentileza de tus palabras, un abrazo y mis mejores deseos para ti.-
Hay Oscar que pequeñas pueden sonar mis palabras ante semejante mensaje de amor, que liberación poder ganar la guerra después del gran dolor, haber amado y conocido la tierra y sus patrañas.
Hoy me has emocionado, porque no está ausente tu sentir poeta, cada palabra eres tú.
Mi admiración a Chile por regalarnos tantos bellos poetas, mi agradecimiento a tí por compartir tu corazón.-
Cariños buen hombre y buen amigo.
Querida amiga, la gratitud y la emoción son mías, saludos y abrazos en este que espero sea para ti un buen fin de semana.-
Ante tal confesión me hiciste viajar a mi isla y regresar y pensar que te la quería regalar para que de ella te protegieras de su tierra roja y de sus riveras, de sus montes tan lejanos, todo lo extendí a tus pies y te di mi cálida mano, logran tus letras siempre llevarme junto a la nostalgia de ese Chile que guarda riquezas en sus poetas, Gracias por regalarnos siempre tu sentir. Un abrazo
Bienvenidos los viajes, compañera, no hace falta más que amor e imaginación para llegar a todas partes, mi abrazo y mi saludo fraterno.-
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