Hay lágrimas que con el tiempo regresan
y, vuelve ese instante hacer real
pues ese ayer olvidado enciende la pavesa
contrariando la llama insistente y voraz.
También los pómulos se bañan
por circunstancias que son ajenas;
pero ello duele aunque no nos atañen
porque el dolor no deja de ser arma mortal.
Hay otras que nos hieren, cuando la muerte arriba,
la muerte insoluta de algún familiar
inesperadamente o ya prevista
pero que abre una herida imperiosa ¡no más!
Hay lágrimas injustas que, a los ojos llegan
inundándolos acaso sin merecerlo.
¿Qué cruel es el destino? Qué maleja es la vida
causando un sufrimiento…cuando no debe ser.
Me mordería la lengua con el verso anterior
pues he ocasionado, esas lágrimas dichas
a una excelsa mujer que no merece
el llorarme un momento <no lo merezco>
Sin embargo yo al igual le lloré
con mis lágrimas tibias, al saberme perdido,
con la súplica inerme asimismo clamé:
¡Amor mío en la almohada mi penar derroché!
Hay lágrimas en mis ojos, anegados están,
(que bueno que he llorado) Aunque no desahogue
este penar letal al que me abraso
y que Dios bien lo sabe…¡Qué nunca debió ser!
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2013 a las 15:10
- Categoría: Triste
- Lecturas: 357
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Jacobo "el poeta irreverente", Trovador de Sueños ...y realidades., Sophia Sea
Comentarios2
Intensas y sentidas todas y cada una de tus letras, entre esas lágrimas que del alma salen... Siempre un gusto leer.
Saludos cordiales... siempre.
triste poema con la destreza usual de tu pluma.
besos.
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