He aquí, bajo los dedos de seda de la brisa,
mi cardio ensanchado como en una sonrisa
latiendo a destiempo olvidando que existe,
pero tú no lo oyes porque tú no estás triste...
Él oye corazones latiendo de no sé dónde,
que, al igual que el mío, su latido responde
que habrá desdicha en cada rincón del mundo
y ésta se escuchará con un eco profundo.
Y si decir amor no es decir primavera
ni soñar la rosa de un jardín siquiera,
saborear la muerte será como soñar despierto
cual necio que vive ya habiendo muerto.
¡Ni el amor nos salvará del dolor de la vida
que naciendo en vano ya ha sido vencida!
(... Y es que son, tan sólo, ecos de sombra
los que mi corazón desvanecido nombra,
pues existe un dolor que no tiene nombre
y un amor sumiso que de éste se esconde)
- Autor: Esperpento ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2013 a las 01:46
- Comentario del autor sobre el poema: Negra soledad como el eco del mundo... ¡Ni el amor libera un dolor tan profundo!
- Categoría: Triste
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Un triste y sentido poema lleno de fuerza y poder poetico amigo Oniciag
Saludos y amistad
Existirá un día en que tu cardio ensanchado como sonrisa escriba un poema feliz para el anónimo amor sumiso del jardín sin primavera?
Cuando el amor llegue;
cuando el amor quiera...
🙂 llegará y querrá...
No eternamente tristes...con esa gama inmensa de sentimientos que existen.
Ng!
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