Sus ojos reflejaban nostalgia y
deseos de sentir nuevos horizontes.
Su fuego de mujer me llegaba,
cómo pájaro que levanta vuelo,
en una tarde despejada.
En fin, sentí no a la madre,
sino a la mujer que yace dentro,
y que ella había olvidado.
- Autor: Andrés Brunet (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2013 a las 22:58
- Comentario del autor sobre el poema: Para esas madres que llevan años sin pareja y sin tener relaciones íntimas; que se dedican solamente al cuidado de los hijos, de su trabajo o sus labores domésticas, y que un momento dado, sienten que un Hombre les hace revivir esa pasión aletargada en el tiempo.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 121
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, Ma. Gloria Carreón Zapata.
Comentarios5
La mujer siempre delega su condición para convertirse antes que nada en La Madre, que certeras son tus letras.
Un abrazo
De acuerdo contigo Tizzia. Mis saludos desde Cuba.
Cuba en ti, tiene a un excelente poeta. Mis saludos Brunet: Hugo
Gracias Hugo por tus palabras. Amo a mi patria, y la poesía es Universal, porque brota del alma y esta es esencia divina.
Gracias por tus palabras a ti, poeta.
Me han gustado tus letras, poeta, me gusta lo breve que diga un universo.
grato pasar
Saludos colombianos
Zza
De eso y mucho más es capaz una madre por sus amados hijos. Excelente obra estimado poeta. Un cordial saludo.
Un gusto disfrutar de la lectura de sus magníficos versos estimado autor. Mis felicitaciones, un cordial saludo desde México.
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