Oración del ciudadano
Considerando, mi ciudad, el fin de las razones,
el tiempo sin pudor que se vive y se escatima,
la legítima lección del ya nada te sorprenda,
la soledad manida de ocaso y borracheras,
desestimando el miedo al miedo por el miedo,
enarbolando el asco como preámbulo al respeto,
desafinando en noches vestidas por tu sombra,
yo te busqué en los labios que me abriera cada esquina,
yo te extrañé en las borras del café tras cada orgasmo,
mas no marqué tu número por miedo al gran rechazo
ni devolví mi pie a tu puerta, por miedo a ver allí
otros pies descalzos ya del todo.
Yo no supe medir, ciudad, tu desventura,
creí que aquella fuente y los árboles del parque,
creí que las palomas y aquel río humano y triste
te resarcían siempre del agravio del olvido,
del crimen del portal, de la novia abandonada por sus hijos.
Pero en rigor no ofreces ni hay en ti más magnetismo
que el de un dolor del que tú misma olvidas las raíces,
que el de un sabor cuya presencia alude al cielo perseguido.
Amnesia, corazón, llaman ahora a tus destellos,
cuando, dejando atrás el mar, ya no te importa
desangrar tu cola de sirena entre las peñas,
ni te importa que tu voz no nos seduzca más que tus pezones.
Ni unicornio ni delfín fui yo jamás en tus riberas,
pero en tu sal guardé más llanto que en mis huesos
y en tu asfalto al naufragar ya no volví más a tu arena.
Sólo regreso a los besos del azar desventurado,
y mi pabellón se irá sin ti y sin suerte
o contigo, ciudad, y timoneando
en contra de la muerte y del olvido,
es decir a favor de nosotros y de un nuevo tiempo de esperanzas.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de febrero de 2013 a las 11:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 295
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Una bella oración poetica amigo Oscar
Saludos
Me alegro de que te guste, compañero, habremos de rezarla cada día y en cada acto, saludos afectuosos desde Chile.-
En nombre de los que abandonamos la ciudad
para escapar del progreso
asesinando el campo
con nuestro confort y desarrollo
te digo Excelente oración
Bueno, entonces no es la ciudad el peligro, somos los peregrinos que habitamos esta tierra. Habremos de aprender a amarlas y a cuidarlas, te parece? Saludos fraternos y agradecidos desde Chile.-
Esa es mi forma de ver
Somos los humanos
los que cual virus
nos empoderamos de un lugar
y los esquilmamos
hasta agotarlo
Por eso es mi clamor
"Deshumanicémonos"
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.