Ahora, dulcemente, embriagador perfume,
llena el espacio infinito de mi ser
tal vez en tu apacible viaje logres conocer
la raíz de mi arco iris y mis ollas de oro;
los guardé para el alba, al anochecer.
Si oro buscas, allí lo hallarás;
en la espuma juega con la bruma del mar;
y en sus alegres giros me verás sonriente
en el aire y la brisa, indeleblemente;
aspirando el etéreo y mágico aroma
que, emocionado al sentirte así,
abriré los brazos y echaré a volar.
- Autor: Real Tiempo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de febrero de 2013 a las 12:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 108
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, claudia07
Comentarios5
Una genialidad de poema amigo Real Tiempo
Saludos
Gracias, carísimo amigo.
excelente
saludos
Gracias ,Aleluna.
excelentes versos y verbos has recogido...
Saludos
Alejandro
Gracias, estimado Alejandro.
hermoso poema lleno de amor y dulzura ,abrazos
Claudita, querida; gracias.
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