Veo tus labios y se me enchina la piel,
quiero comerlos a besos e indagar
en tu ser, para conquistar los que
por cuestiones de moral y ética
no puedo ver, esos que son fuente
plena del más rico placer.
Me prendes y me haces enloquecer,
si me comparas con un volcán en plena
erupción, simplemente no tengo
comparación, tú me elevas a
temperaturas desconocidas, incluso por
mi, eres fuego puro, que me consume.
Amo tu experiencia al amar, tu furtiva
efusión al dar; mientras agrietas
mi colchón, testigo mudo de largas
noches de erotismo y fogosidad.
Con tus treinta y cinco primaveras
amas como niña con su vez primera,
producto de la destreza al mover
circularmente tus delineadas caderas.
Me prendes hermosa y fogosa mujer,
sólo basta ver tu tanga morada,
para imaginar la morada de mi hombría,
esa que con arte gozas noche y día.
Debo aceptar que eres mi perdición,
aunque creí no ser adicto, ahora lo
declaro, eres mi más sublime adicción,
la musa que robó mi corazón.
Autor: Edwin Yanes
- Autor: poetayanes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2013 a las 17:14
- Comentario del autor sobre el poema: Es una mujer realmente hermosa, monumental, sin duda supera a toda diosa.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 667
- Usuarios favoritos de este poema: joaquin Méndez, la negra rodriguez
Comentarios4
Olvida la moral y ética, y disfruta de lo que Dios nos dio para gozar la vida.
Lo de más, para los feos.
Un saludo.
Estimado Joaquín, me motiva tu comentario, gracias por tu visita, abrazos en la distancia.
enomoradisimoi tu y el poema lo afirma, bueno tocamos un tema semejante, muy bellos versos.
Mi bella Negra Rodriguez, gracias por tu comentario, besos linda.
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