Vives y vienes como en la neblina,
mi percepción se aclara
en tu presencia,
y la visión se ciega
perdida en la ilusión.
Como alada bailarina,
te acaricia el viento
y los rayitos del mañanero sol,
levantan tu ropaje,
para que te admire.
De tus sinuosos movimientos
en el viaje,
llega tu amorosa frescura
y la sequedad se pierde.
Nos pertenecemos todavía más,
por que me envuelves
en tu vestido trasparente,
llenándome de ti.
Oleaje gaseoso,
pulsando entre los montes,
penetra hasta el último baluarte
de este corazón.
Acompañante silenciosa,
de mis noches frías y desveladas,
son gotitas de diamantes,
en el brillo de tus ojos.
Incienso líquido
que impregna mi naturaleza,
y se deposita en el alma,
con sabor de quien es la amada.
Acabas por fin de levantarte,
cuando el sol de tu mirada
aclara mi visión dormida
y contemplo completo tu paisaje.
ahora también, soy tu neblina.
EL POETA DEL AMOR. 31-10-08.
ARROYOZARCO, ACULCO. MÉXICO.
- Autor: arturo maldonador ( Offline)
- Publicado: 14 de febrero de 2013 a las 00:22
- Comentario del autor sobre el poema: La mujer, complemento mutuo del hombre, simbólicamente se le compara con tantas cosas bellas. La neblina es una de ellas. Así imagino el alma de la mujer, como niebla que llega y se va, solo se siente, no se puede ver con claridad, porque es como humo.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 121
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