Te enseñaron con débil moral
la realidad cruda
y la única ternura,
que reside en el corazón.
Abandonaste este mundo
con el gesto íntegro
devolviendo el gesto inmoral
de los que te amaban odiando.
Arrancaste de tu pecho
un nacionalismo soñador
de un iluso valiente y justo.
Y ese once representó algo que no viví,
y representó algo que permaneció en mí
muy vivo para no haberlo vivido.
Y nunca digas nunca cuando se trata de ideas,
y nunca digas nunca cuando aún te recuerdan,
y nunca digas nunca, Salvador,
porque "Siempre" será tu nombre de pila
y "nunca" solamente una expresión enfurecida.
Corre el viento con tus palabras
y asimila el pensamiento tu ideología,
más justa o menos para algunos
yo la veo y no dudo.
Son como la clara evidencia de una realidad.
Un recuerdo dentro de un mundo,
pero tú, un mundo, dentro de un recuerdo.
- Autor: Nicolás Alonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2013 a las 13:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
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