Todas las palabras son como látigos,
Pocas reducen los dolores del amor,
Algunas marcan como bestias de la noche,
Otras curan las heridas de nuestro dolor.
Y esas mismas palabras en mi verso,
Que sangran las pautas escritas al viento,
Que las penas recuento de mis tormentos,
Son las bendiciones de mi Santo Dios,
Qué son las alegrías de mis deseos,
Describiendo abrazos y susurros en secretos,
Y hazme sentir el dulzor de los besos.
Y cuando trazadas por nuestros afectos,
Si haces las rayas, las caricias y dulces,
Por este sin fin de nuestros caminos.
Marco A. Alvarenga
- Autor: Marco Antonio de Alvarenga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2013 a las 17:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 62
Comentarios1
que dulce poema niño bello bello
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