Pensando, soñando e imaginando, intenté trazar un bosquejo de lo que sería el más hermoso poema que jamás alguien hubiese dibujado, por eso, busqué en el camino de la inspiración el motivo perfecto que me diera es estímulo, pero no lo encontré por ningún rincón.
Perdí mi vista en el horizonte, entre las cordilleras y el tráfico de nubes, en el crepúsculo de ida y vuelta donde el sol se escapa del día al anochecer, y donde vuelve a nacer al día siguiente, pero ni así logré precisar el detalle sin igual que requería.
Fui hasta el último lugar del mundo, y ni aun estando ahí y visualizando en mi mente cada pincelada de todos los fascinantes paisajes de los lugares que visité, pude encontrar las características minuciosas que necesitaba para realizar tan grande proeza.
Ni en la tierra ni arriba en el cielo. Ni en los astros del espacio ni en las profundidades del mar. Ni en la oscuridad del abismo ni en algún rincón del universo, hallé un sitio que me diera esa revelación para lograr captar las palabras precisas.
Por otro lado, entré en lo más recóndito de mis sentimientos y profundicé hasta el centro de mi alma, hasta el tuétano de mi espíritu, en las entrañas de mi corazón, y sólo encontré tanto amor como jamás imaginé, pero no era la esencia de lo que buscaba.
Ni en los días ni en las noches. Ni en las tormentas ni en la calma. Ni en el fuego ni en el agua. Ni en la tristeza ni en el amor. Ni en el viento ni en la lluvia. Ni en ningún estado de la naturaleza o de ánimo, localicé ese complemento necesario.
Por último, viajé en la máquina de Cronos, y ahí vi transcurrir mi niñez, mi juventud y me vida, vi cómo se consumían los segundos, los minutos y las horas, cómo se restaban los días a mi existir, cómo pasaban las estaciones del año una tras otra, y ni aún así, pude definir el pormenor tan solicitado.
Hoy comprendo, que para poder lograr mi propósito, no era necesario viajar tan lejos, o pensar, volar e imaginar. El mito eras tú. Tan simple hubiese sido voltear a tu lado y encontrar el motivo perfecto de inspiración... Ese sutil punto fino, y esos delicados trazos del boceto, tú los tenías.
Por eso, después de intentar trazar un bosquejo de lo que sería el más hermoso poema que jamás alguien hubiese dibujado, me di cuenta que por más magia que pudiera tener, fantasía que pudiera soñar, y amor que pudiera expresar, sería inútil tratar de dibujar un poema sin tu bella y hermosa presencia.
e.g.
- Autor: egarzazul (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2013 a las 19:39
- Comentario del autor sobre el poema: www.egarzazul11.blogspot.mx, de mi libro, Romancero/Mi necesidad de ti/
- Categoría: Amor
- Lecturas: 140
Comentarios2
Hermoso y sentido de principio a fin, un enorme gusto leer compañero poeta.
Saludos cordiales, desde Venezuela.
Muchas gracias por tu amable comentario y por leerme. Saludos.
Precioso!! Me atrapó de principio a fin.
Saludos
Que bueno que te haya gustado, gracias por pasar a leerme. Saludos también para ti.
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