El debut.

 Cuando muera,

No quiero que me recuerden como la buena persona

Ni como una señorita de buenos modales

-tampoco lo soy ni lo seré ni lo fui-

Quiero que me recuerden despeinada

Y con labios de puta.

Quiero que me recuerden como la amante del vino

Y las letras,

No como la mujer de ojos vacíos.

Que mi funeral sea una fiesta de despedida

Llena de botellas de vino tinto y cigarrillos,

Con personas que me recuerden diciendo garabatos,

Burlándome del mundo y en mis mejores borracheras.

En lo posible no quiero lágrimas,

Y si las hay,

Ojala sean impulsadas por la emoción vibrante

De la embriaguez.

Espero ver desde mi cajón el rostro de aquellos que amé en la cama

Y con sabio dolor me hicieron estremecer hasta llorar.

Quiero que hablen de mi mal carácter,

De mi impaciencia.

No quiero palabras bonitas como verdaderas.

Quiero morir en primavera y escuchar cumbias

Desde el más allá.

No quiero discursos,

Quiero que lean el mejor poema que haya escrito

Desvergonzada frente a la noche,

Desnuda de espaldas al sol.

Que me entierren con un Bodega Uno,

Tal vez con un Santa Helena

Y una cajetilla de Philip Morris azules,

Como mis recuerdos.

Entiérrenme desnuda y con tacos.

Con las heridas abiertas y latentes,

Con maletas en la puerta

Llenas de buenos momentos.

Estén conmigo los que siempre estuvieron.

No los casuales,

Sino los infinitos.

No quiero que hagan pancitos,

Quiero que hagan papas fritas y tener una plaza para mí,

Tal vez con una playa al frente,

Aunque suene imposible.

Imposible como vivir para pavimentar el camino hacia la muerte.

No estaré muerta,

Seré la libertad que siempre busqué,

El gemido vulnerable que regalé a los amores de mi vida,

El cigarro que se consumirá en las bocas que anhelan oír respuestas

-que nadie da-

La locura contenida en mis venas que por fin escapa.

No estaré muerta,

Estaré existiendo en mi ley.

Sí,

En fiestas sin fin.

Borracha,

Enamorada,

Prisionera del cuaderno y el lápiz,

Feliz mientras lágrimas negras caen por mi cuerpo

Blanco y pequeño.

Seré la loca de mierda que se entregó

Y se fue sin decir adiós

 Con  labios rojos y sonrisa de ratón.