El negro color del corazón.

 

 

El ruido hace que note más la salinidad del aire, que presente, nombra el mar delante mio, la brisa fresca con el apellido del verano aún nos recuerda esos dias tan cálidos, tan únicos.

 

El muelle estará como siempre, tal como lo dejamos hoy, esta noche, tan despejada de nubes amenazantes y tristes.

 

La ténue luz del puerto alumbra directamente al oscuro lado del corazón, que retiene mi pecho y que lo reprime constantemente, dejando escapar del mismo, pequeños hilillos de líquido negro, que al estrellarse con el suelo, hacen ruido y no se silencian.

 

Comprenderás que de todo esto, nada es a mi corazón obstáculo alguno, ni el mar, ni la distancia, ni los celos, ni siquiera el olvido, que parece lejano pero llega.

 

 

Ahora, la noche es más oscura, el ruido es más grave y el alejador más enorme que nunca, dormido y retenido por los amarres irrompibles que lo guardan, espléndido y lejano... esperándome.

 

 

Sabe que a pesar de todas las palabras, las promesas y ese amor que llegó a ser cierto, pero no bastó, nosotros inevitablemente dejaremos de ser los que éramos, y eso mismo aunque no queramos aceptarlo, es la realidad más emocionante y triste de todas.