Al paso del tiempo, mientras nace la brisa,
Día caluroso, con sol quemante, de invierno,
Al andar cautivo, en las labores cotidianas,
Entre bosques de maderas preciosas, abetos,
Cedros, encinos y caobas, zona de cafetales,
Amalgama de religiones, orígenes y costumbres,
Se cruzan, chamulas, lacandones y quechuas,
Tránsito de inmigrantes, que de paso arriesgan,
La única riqueza, su vida, su familia y sueños.
Transcurre el tiempo, entre calles empedradas,
Casas de adobe, con techos de huano y tejas,
Entre subidas y bajadas, entre riqueza y pobreza,
Entre gente de bien y mal, que aflora el aroma,
De la desigualdad, en un mundo neoliberal, poder,
Que se olvida del mañana, pesadilla trastornada,
Del norte y del sur, de Dios y el diablo, infierno vivo.
¿Y dónde anda el paraíso? ¿Dónde vive la certidumbre?,
Utopía en la selva, que entre sus cantos y olores,
Se escucha la inmundicia del ser humano, contraste,
Entre la belleza natural del paisaje y la perecedera,
Del espíritu indulgente, del depredador condescendiente,
Que arrasa por placer, su entorno, su cimiente,
Hoy más que nunca, ¡mi ser se hunde en la lobreguez!
Poco a poco, empieza a declinar el sol, al andar,
La tarde sucumbe, rápido, entre la bruma,
Que de la nada, conquista, a las copas del bosque,
Calor que sofoca, los ojos que se empañan,
Entre sudores y vapores, que emanan del terreno,
Y de los cuerpos, que bañados en su extracto,
Continúan en su vigilia, sin descanso en el destino.
Al sopor, me domina, sueño despierto, ardiente,
El clima, el piélago y la mente, que transita,
Por el ambiente, entre la brisa, atrapado en tu aroma,
Que inunda el entorno, ah placebo del cuerpo,
El sentir entre la distancia, la caricia del agua, en olas,
Que brota del mar de amor, que de tu corazón,
En olas, que revientan de sentimiento, la playa de mi ser.
Y como la luna, que en la noche; corona al cielo, tu amor,
Con calma y paciencia, tranquiliza el desosiego,
Que se apodera de mi cuerpo, tus caricias en prosa, en brisa,
Dan masaje a los piélagos lerdos, que por ti añoran,
Tus labios refrescan y calman la sed, que me atosigan, clavan,
Tu alma, me abraza, y,… en la lejanía… me arropan…
A como tu amor, bendito, me sacan de la pesadilla… ¡vivida!…
Yuri Alejandro Meza
El amor cura mi pesadilla.
entre pesadillas entre brisas el amor cura mis heridas
Código: 1302214641239
Fecha 21-feb-2013 22:02 UTC
Día caluroso, con sol quemante, de invierno,
Al andar cautivo, en las labores cotidianas,
Entre bosques de maderas preciosas, abetos,
Cedros, encinos y caobas, zona de cafetales,
Amalgama de religiones, orígenes y costumbres,
Se cruzan, chamulas, lacandones y quechuas,
Tránsito de inmigrantes, que de paso arriesgan,
La única riqueza, su vida, su familia y sueños.
Transcurre el tiempo, entre calles empedradas,
Casas de adobe, con techos de huano y tejas,
Entre subidas y bajadas, entre riqueza y pobreza,
Entre gente de bien y mal, que aflora el aroma,
De la desigualdad, en un mundo neoliberal, poder,
Que se olvida del mañana, pesadilla trastornada,
Del norte y del sur, de Dios y el diablo, infierno vivo.
¿Y dónde anda el paraíso? ¿Dónde vive la certidumbre?,
Utopía en la selva, que entre sus cantos y olores,
Se escucha la inmundicia del ser humano, contraste,
Entre la belleza natural del paisaje y la perecedera,
Del espíritu indulgente, del depredador condescendiente,
Que arrasa por placer, su entorno, su cimiente,
Hoy más que nunca, ¡mi ser se hunde en la lobreguez!
Poco a poco, empieza a declinar el sol, al andar,
La tarde sucumbe, rápido, entre la bruma,
Que de la nada, conquista, a las copas del bosque,
Calor que sofoca, los ojos que se empañan,
Entre sudores y vapores, que emanan del terreno,
Y de los cuerpos, que bañados en su extracto,
Continúan en su vigilia, sin descanso en el destino.
Al sopor, me domina, sueño despierto, ardiente,
El clima, el piélago y la mente, que transita,
Por el ambiente, entre la brisa, atrapado en tu aroma,
Que inunda el entorno, ah placebo del cuerpo,
El sentir entre la distancia, la caricia del agua, en olas,
Que brota del mar de amor, que de tu corazón,
En olas, que revientan de sentimiento, la playa de mi ser.
Y como la luna, que en la noche; corona al cielo, tu amor,
Con calma y paciencia, tranquiliza el desosiego,
Que se apodera de mi cuerpo, tus caricias en prosa, en brisa,
Dan masaje a los piélagos lerdos, que por ti añoran,
Tus labios refrescan y calman la sed, que me atosigan, clavan,
Tu alma, me abraza, y,… en la lejanía… me arropan…
A como tu amor, bendito, me sacan de la pesadilla… ¡vivida!…
Yuri Alejandro Meza
El amor cura mi pesadilla.
entre pesadillas entre brisas el amor cura mis heridas
Código: 1302214641239
Fecha 21-feb-2013 22:02 UTC
- Autor: alexei (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2013 a las 00:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 243
- Usuarios favoritos de este poema: ZAHADY, la negra rodriguez, MIMISGG ^_~, miriam quintana, amore_jet
Comentarios4
El amor, sólo el amor cura las heridas de tanta batalla...
El amor es el bálsamo que calma la angustia y la extrañeza de la batalla...
El amor cura tus pesadillas...
AMOR SANADOR ... DANDO PAZ AL CORAZÓN ... RELAJANDO Y ALIVIANDO EL ALMA
ME ENCANTO VOLVER A LEERTE
FELIZ FIN DE SEMANA
ABRAZOS DTB
Pero mas alla del titulo tu poema riene un trasfonde de ralidasd social que conmuve que lacera la conciencia muy bello.
besosl
Y como la luna, que en la noche; corona al cielo, tu amor,
Con calma y paciencia, tranquiliza el desosiego,
Que se apodera de mi cuerpo, tus caricias en prosa, en brisa,
Simplemente hermoso...!!! Saludos papá Yuri, que estés bien! Abrazos y besos...
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